Con una suba generalizada de precios que se hace sentir en los bolsillos, los alquileres no son la excepción. Y los contratos arrancaron 2014 con un incremento promedio de entre el 30% y el 35%.
Tras una consulta hecha por EL DIARIO a algunas de las inmobiliarias de la ciudad, la mayoría coincidió en que “ése es el porcentaje con el que se están manejando” y que viene determinado por la inflación real del año anterior.
En el caso de las renovaciones, la suba se aplica inicialmente y también al año siguiente. En algunos casos, las alzas se pacta semestralmente, en otros se actualizan cada ocho meses. Pese a esto, desde las inmobiliarias también concuerdan en que los inquilinos aceptan los incrementos sin quejarse.
“Se proyecta de acuerdo a la inflación, por eso se prevé para el año en curso en función de la inflación que hubo el año anterior. Cualquiera que tenga que renovar hoy un alquiler tiene que pensar que va a pagar un 30% de incremento, como mínimo se puede aplicar el 25%”, explicó Fernando Saires de Servicios Inmobiliarios Saires.
“No hay una entidad que a las inmobiliarias nos digan qué precio tenemos que cobrar, pero entre colegas nos hablamos, comparamos y evaluamos qué aumentos se están manejando y el mercado va rigiendo el precio también”, señaló.
Precios que se acomodan
“El contrato tiene que ser a precio fijo durante los 24 meses que dura, lamentablemente hoy con la inflación los precios cambian, entonces de alguna manera los aumentos se van aplicando. En la mayoría de los casos cada seis meses, con un reajuste de un 10% o 12% que se traduce al año en un 30%, en otros casos se ajusta cada ocho meses y los menos, una vez al año”, indicó Saires en diálogo con EL DIARIO.
“Los precios son fijos, se acomoda la forma de pago previendo la inflación”, reiteró.
“Siempre se habla tanto con el propietario como con el inquilino y quedan de palabra si hay que llegar a un aumento cuando los precios cambian. La tranquilidad que tiene el inquilino es que tiene un precio fijado por contrato con la posibilidad de que, de palabra, se pueda acomodar, bajar o subir”, afirmó.
“En mi caso me manejo con un monto total de contrato y establezco la forma en la que se pagará ese dinero durante los 24 meses”, precisó el titular de Servicios Inmobiliarios Fernando Saires.
“También se tiene en cuenta a los inquilinos que tienen continuidad en el pago, mantienen y cuidan el inmueble, entonces es preferible ganar 100 o 150 pesos menos y cuidarlo para que no se vaya”, manifestó Saires, quien aseguró que la gran mayoría de los inquilinos toma de manera natural estos aumentos y no tiene problemas porque entiende que es razonable el incremento.
“No hay demasiadas quejas, la gente ya sale predispuesta a pagarlos”.
“Hoy la rentabilidad que da un departamento no es buena, una unidad de un dormitorio se compra en cerca de 400 mil pesos y se alquila en 1.500 pesos, mientras que un departamento de dos dormitorios, en complejo, se vende a 470 mil pesos”, sostuvo Saires, quien aclaró que los que guardan mayor relación precio-rentabilidad son los departamentos de un dormitorio porque para los de dos dormitorios se necesita mayor cantidad de dinero para comprar y hay poca diferencia en el precio de alquiler.
En ese sentido detalló que los departamentos de un dormitorio están alrededor de 1.500 o 1.700 pesos y que después varía de acuerdo a la categoría, si ésta es mayor hay que sumarle un poco más. En tanto, los departamentos de dos dormitorios están entre 1.900 y 2.100 pesos mientras que los departamentos de tres dormitorios de categoría ascienden a 3.000 pesos de alquiler.
En cualquier caso si tiene cochera hay que sumarle 400 o 500 pesos más.
Las casas de dos dormitorios, por su parte, se sitúan entre los 3.000 y 3.200 pesos.
Lo que pide el dueño
“Para los contratos se está tomando un 30% de aumento más o menos, es decir, ésa es la diferencia entre el primero y segundo año. Y es la inflación lo que va llevando a eso”, señaló Claudio Paris, de Paris y Asociados, otras de las inmobiliarias que se explayó un poco más en su diálogo con nuestro matutino.
“El dueño siempre quiere un poco más, pero las inmobiliarias tratamos de mediar un poco teniendo en cuenta varios factores, como por ejemplo, quién es el inquilino y cómo se porta con los pagos”, aclaró.
“El dueño quiere que le rinda acorde a lo que vale y hay algunos que piensan que Villa María es Córdoba y cobran el mismo alquiler o más. La única diferencia es lo que se paga de expensas. También hay que entender al dueño que tiene un capital que no le rinde ni siquiera el 0,5% del valor que tiene”, explicó Paris.
“Entre las inmobiliarias hablamos, pero yo al menos no me pongo de acuerdo con otros sobre cuánto cobrar. Hay algunas que aumentan un 30% y hay otras que cobran 25% porque es lo que el dueño pide”, precisó.
“El ritmo de la realidad económica más o menos nos va llevando. Para el que tiene que pagar alquiler es bravo y para el dueño no es negocio que una propiedad de 500 mil pesos se alquile en 1.500”, remarcó el titular de Paris y Asociados.
“La gente entiende los aumentos y lamentablemente se acostumbró a que todo suba demasiado, no sólo los alquileres, entró en una vorágine en la que se acostumbró”, dijo, coincidiendo con su colega Saires.
Además, indicó que ahora los aumentos se aplican cada ocho o seis meses y hay casos en los que se ajusta al año.
“Es de acuerdo a lo que pide el dueño. Si quiere aumentar cada seis meses, hay que hacerlo”, reiteró.
En cuanto al valor de los departamentos especificó que los valores dependen de la zona, pero en general los de un dormitorio están entre los 1.400 y 1.600 pesos, si a eso se le suma cochera, hay que hablar de 300 o 400 pesos más. En tanto que los departamentos de dos dormitorios se ubican entre los 1.900 y 2.500 pesos y una casa se encuentra desde los 3.000 pesos.