El primer razonamiento que surge para el sector agropecuario en la zona núcleo es que con un dólar “más competitivo”, los productores que tenían guardada la soja no dudarían en comercializarla, produciendo un ingreso de “sojadólares” al país.
EL DIARIO Rural consultó a distintos referentes del sector para conocer la opinión especializada.
Héctor Donatto, de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), señaló que “indudablemente que el sector agrícola se va a beneficiar con un tipo de cambio como el actual”, aunque no dejó de reconocer que los asalariados “perdieron en dos días el 25% del valor de su sueldo”.
Concentrándose en el campo, específicamente en el sector granario señaló que “este cambio rápido hace que un productor gane en un solo camión 15 mil pesos de más. Imaginate que hay gente que tiene que trabajar más de dos meses para ganar eso. Por eso no entiendo muchas veces que en este escenario se quejen”, agregó.
“No hay que dudar de que el campo va a estar mejor posicionado que el resto de la sociedad, aún dentro del campo, los que están peor”, agregó. Otro beneficio es que se van a licuar los valores de la deuda en pesos contraída por productores “que van a necesitar menos soja para pagar esas acreencias”.
Espera, con optimismo, que este aumento de las ganancias para el cerealero produzcan una reactivación económica en el interior provincial. “Siempre pasa que se invierte en maquinaria nueva, tractores y herramientas. Esto ayuda a movilizar la economía de nuestros pueblos”, dijo.
Estima que además de la devaluación de la moneda, son necesarias otras medidas para dar menos incertidumbre. “Esas otras medidas pasan por revisar algunos subsidios. No estoy hablando de jubilación de amas de casa, asignación universal o el subsidio para los chicos que no estudian ni trabajan. Estoy hablando de subsidios específicos a los servicios públicos o al transporte, que sí afectan al gasto público y no parecen estar muy bien direccionados hacia los sectores que más lo necesitan”, dijo.
Y agregó: “Con estas medidas, tendientes a bajar el gasto público, es probable que el dólar oficial no se estabilice por encima de los ocho pesos, sino que se ubicaría en los 7,80 pesos, que sería una cifra ajustada a la realidad”.
Al cerrar la entrevista, Donatto señaló que “bajo ningún concepto veo la foto del año 2001, cuando estábamos en un escenario de real crisis”, aunque dijo que muchas veces “se producen psicosis que producen más perjuicios que las medidas reales. Espero que esto no pase ahora y que se analice todo con optimismo”.
Otras voces
Desde Federación Agraria Argentina (FAA), el vicepresidente y referente del área de lechería, Guillermo Gianassi, coincidió con Donatto al señalar que el sector sojero se ve beneficiado con el actual tipo de cambio. Pero aclaró que no pasa lo mismo con el resto de las economías regionales.
“Aumentan los costos de los productos que se utilizan y hay que ver hasta qué punto eso empeora las producciones”, se preguntó Gianassi, para quien “hoy el único producto exportable es la soja”.
El director de la mesa de lechería de la Federación Agraria detalló que el campo argentino exporta el 20% de la producción de leche y apenas el 7% de la carne que se produce. Además, evaluó que “todas las economías regionales van a tener un impacto con esta situación”.
Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), aseguró al sitio IProfesional que "devaluar por sí sólo no alcanza. Si esto no está acompañado por una estrategia integral, y si no hay certezas de que los costos no se dispararán, entonces para marzo se podrán haber licuado los beneficios del nuevo dólar", disparó.
El experto hizo hincapié en los costos de los insumos, que no sólo están atados a la evolución del billete verde, sino que también se mueven en función de las expectativas.
"Los proveedores del agro están tomando un tipo de cambio intermedio entre el blue y el oficial y hoy nadie sabe a qué valor podrán recomponer stocks. Tememos que haya un desabastecimiento que complicaría al agro", alertó el analista, quien recalcó que "si el alza del dólar va a los precios de los insumos, entonces esta devaluación no habrá sido buen negocio para el agro. Y, llegado el caso, los productores retendrán producción", completó.
Desde el Gobierno, el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, hizo de vocero oficial al asegurar que "la devaluación ha generado en casi todas las economías vinculadas a la exportación un clima de mayor tranquilidad porque efectivamente oxigena el sistema en términos de retribución y de valoración económica".