El valor de los terrenos en Villa María trae dolores de cabeza a quienes resultaron beneficiados por el plan Procrear, que motoriza el Gobierno de la Nación para la construcción o ampliación de viviendas. El jefe de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) local, Guillermo Rocha, admitió que le han llegado diversos comentarios de esa índole pero remarcó que la contracara es la cantidad de beneficiarios que tiene la iniciativa en la ciudad, lo que derivó en el incremento del valor de las tierras.

"El va­lor de los sue­los ur­ba­nos au­men­ta en fun­ción de la de­man­da y ade­más ya ha­bían au­men­ta­do an­tes. Por ejem­plo, vi­vo en ba­rrio Par­que Nor­te, un sec­tor que con la obra pú­bli­ca, la Uni­ver­si­dad y el ex­ce­so de di­ne­ro de sec­to­res co­mo el cam­po que iban y com­pra­ban te­rre­nos a va­lo­res que el tra­ba­ja­dor me­dio no pue­de ha­cer­lo, hoy tiene es­pa­cios de 320 mil pe­sos", gra­fi­có el fun­cio­na­rio, con­fir­man­do ci­fras que se ale­jan de los 100 mil pe­sos que da Pro­crear pa­ra la ad­qui­si­ción de un te­rre­no.

No obs­tan­te, Ro­cha acla­ró que "hay otras op­cio­nes y el mu­ni­ci­pio plan­teó la com­pra de tie­rras pa­ra es­te pro­gra­ma".

Re­cor­dó que ya se en­tre­ga­ron cer­ca de dos mil cré­di­tos en Vi­lla Ma­ría, y que "ha si­do de los pro­gra­mas más im­por­tan­tes, por­que la vi­vien­da es el sue­ño de to­dos".

"El he­cho de que apa­rez­ca mu­cha gen­te pa­ra com­prar au­men­ta los va­lo­res. Es una con­tra pe­ro a la vez te­ne­mos a fa­vor que es­ta es una ciu­dad en la que se tra­ba­jó muy bien, te­ne­mos mil per­so­nas bus­can­do te­rre­no, lo que ha­ce que el que ten­ga el bien di­ga que lo ven­de a tal monto o no lo ven­de y así se ge­ne­ra un cir­cui­to", de­cla­ró.

Cuan­do se le plan­teó que mu­chos be­ne­fi­cia­rios tam­bién te­nían in­con­ve­nien­tes pa­ra con­se­guir tie­rras es­cri­tu­ra­das, su­bra­yó que "la con­di­ción bá­si­ca es que el cré­di­to que se otor­gue se co­bre, por­que eso re­per­cu­ti­rá en los que vie­nen, si no pa­ga­mos se­gu­ra­men­te los que vie­nen no ten­drán ca­sa y si no po­de­mos es­cri­tu­rar no po­de­mos hi­po­te­car ni qui­tar".

"Por eso - con­ti­nuó- se de­le­gó en un ban­co, que tie­ne un pro­gra­ma muy be­ne­fi­cio­so pe­ro con con­di­cio­nes es­tric­tas de ban­co, los re­qui­si­tos son to­dos los que se pi­den des­de una en­ti­dad ban­ca­ria, no es­tar en el Se­ven ni el Ve­raz, en­tre otros".