La relación entre los integrantes del Tribunal de Cuentas tuvo durante 2013 momentos de suma tensión.
Algunas de las temáticas más relevantes que han pasado por el organismo de contralor comunal generaron desacuerdos y visiones completamente diferentes de las cuestiones sometidas a análisis y posterior decisión de aprobación o rechazo.
El presidente del Tribunal, Julio Oyola, a modo de balance se expresó sobre lo sucedido en el año, particularmente en lo referido a los aspectos que motivaron controversias, sobre todo en lo estrictamente relacionado con el manejo de fondos del erario comunal.
“No existe ninguna posibilidad de duda sobre la transparencia de la utilización de los dineros públicos, toda vez que no hay pago que no pase por este Tribunal”, indicó Oyola en el informe que tuvo en cuenta lo acontecido durante los últimos tres meses del año pasado.
“Este cuerpo (durante el trimestre citado) ha aprobado 3.618 órdenes de pago de las 3.623 ingresadas, es decir, el 99,86%, habiendo sido anuladas dos y quedando pendientes de contestación de pedido de informe un total de tres órdenes”, sostuvo el tribuno, antes de precisar que “por lo tanto, todos y cada uno de los gastos ejecutados y pagados los ha ido cumpliendo un procedimiento legal establecido a tal fin”.
Apuntándole a los tribunos José Naselli y Gustavo Maristany, el titular del área comunal sostuvo que “las demás expresiones o calificativos de demérito de la actuación administrativa que se pretendan hacer son opiniones subjetivas, en su mayoría cuestiones de naturaleza política, que como se ha dicho, esa es una función exclusiva y excluyente del Departamento Ejecutivo y del Concejo Deliberante y que además no es atribución de este cuerpo expedirse sobre tales aspectos”.
Vale destacar que en el mismo informe Naselli y Maristany manifestaron que a pesar de las observaciones hechas por ellos, se encuentran con que “lejos de transparentar el manejo del dinero de los contribuyentes, el Gobierno municipal se empeña en lo contrario. Se multiplican los artificios y ardides, para evitar que el ciudadano conozca en forma íntegra y oportuna cómo se administra el dinero del vecino. En especial, la omisión del señor intendente de responder nuestros pedidos de informes es la prueba mas acabada e irrefutable de nuestro aserto”.