Vecinos que residen en inmediaciones de la intersección de calles Tucumán y Brandsen expresaron ayer a EL DIARIO su preocupación por la inseguridad que atraviesa ese sector de barrio San Martín desde hace tiempo y aseguraron que la Policía -ni nadie- no toma cartas en el asunto, dejando a su suerte a los ciudadanos.
¿Qué es lo que sucede? Esencialmente, un par de jóvenes deambula por el sector y dispara tiros contra viviendas, sin importarle si hay personas en la calle o no.
Varias personas dialogaron con este matutino, aunque la mayoría evitó salir públicamente por temor a represalias. Una señora dijo que tanto a la tarde como a la noche suele haber tiros. “Algunos dicen que es un enfrentamiento entre algunos que viven en barrio San Nicolás y vecinos nuestros, pero desconozco las razones. Lo que sí es cierto es que está pasando muy seguido y tenemos miedo”, declaró.
Añadió que “hay una familia que está de vacaciones y cuando regrese se encontrará con toda su vivienda dañada por las marcas de las balas".
Un hombre residente de la zona, coincidió en sus apreciaciones. "Ustedes, los de EL DIARIO, saben bien qué está pasando acá porque han informado muchas veces episodios de tiros en este barrio. Es algo ya común", expresó.
Quien sí dio su nombre (aunque no quiso salir en fotos) es Carolina Gaitán, quien habita una casa de Tucumán y Brandsen y confesó su preocupación por el tema.
"Tengo un bebé de un mes, una nena de 2 años y un nene de 6 años. Anoche estábamos sentados acá en la vereda y pasaron a los tiros. Llamamos a la Policía y se nos ríen, un policía me trata de gato, tengo que aguantarme esa clase de cosas", aseguró.
"Todos saben quién es el chico que, como si nada, pasa y saca el arma y dispara. Anoche hirió a un chico de 15, al que tuve que llevar al Hospital", confesó Gaitán.
¿Por qué disparan? "Porque tienen ganas, es costumbre, ocurre todos los días y a cada rato", afirmó y negó que su familia esté enfrentada a un grupo del barrio San Nicolás.
"Nadie hace nada para cuidarnos mientras ellos andan con un revólver por todos lados. Son dos o tres, de 18 años o poco más", denunció.
Un vecino suyo reclamó: “Tenemos miedo por nuestros hijos; necesitamos ayuda”.