"El éxito lo alcancé al decidir lo que quería hacer para el resto de mi vida. Me sentí exitoso desde que subí al escenario. Diez años atrás, no era el más convocante de un festival ni el que tenía el disco más importante, pero me sentía exitoso”.
Confesiones de Abel Pintos. El joven había bajado del escenario luego de hipnotizar a miles de almas y dialogaba con los medios de comunicación en la carpa de prensa ubicada a orillas del lago. Allí, la estrella aseguró que el sentirse exitoso no depende de la cantidad de admiradoras y admiradores ni del dinero que cosecha con su talento, sino de hacer lo que uno quiere.
“La oportunidad, la salud, las ganas y la ilusión de hacer lo que amo es mi éxito. Después está el éxito comercial, que es creciente. Mi éxito está vivo mientras tenga salud y ganas”, declaró.
Cuando alguien le preguntó si buscaba transmitir cierta misticidad desde escena, lo negó. “Todos somos espirituales, luego podemos estar más o menos atentos a eso. No hago ningún planteo de misticismo; abajo del escenario soy un hombre de fe y expreso mi fe al saludar a alguien en la calle como también en un concierto”, contó.
El joven remarcó que su vida es esto, el canto y la comunión con la gente. “No tengo una vida aparte. No es un personaje, soy exactamente yo y nada más”, dijo deslizando que es el mismo en el escenario y fuera de él.
¿Se cansa? ¿Cómo lleva una vida de recital en recital, de gira permanente? Abel dice que “el cansancio existe, es natural. A veces terminamos a las 4 de la mañana y comemos mal, se complica, pero no lo sufro tanto porque me crié así. Mi cuerpo está acostumbrado”. No obstante, aclaró que “descanso mucho”.
Y pese a que en los hechos suelen ser repetidos sus días (pruebas, ensayos, presentaciones, conferencias) “mi vida no es rutinaria”. “Veo todos los días gente nueva, recibo energía nueva”, apuntó.
Respecto a los festivales y su paso por los mismos desde los inicios de su carrera, contó que el de Villa María y otros “me dieron un espacio importante cuando era niño” y que si bien el éxito “me hace feliz, mucho más feliz me hace encontrar la forma de darle al público” lo que la gente le brindó.
“Antes, el festival me dio mucho más de lo que yo pude darle. Cantaba canciones conocidas y sólo podía ofrecer mi euforia y personalidad para versionar una canción. Hoy me hace feliz haber podido encontrar la forma de darle al público lo que me dio, para decir ‘estamos mano a mano’. Nadie da más que el otro. Ese es el equilibrio”, manifestó. Y confesó que ese equilibrio es el que quiere para otros aspectos de su vida. “Me hace feliz haberlo logrado”, añadió.
Además, si bien dijo que cambió mucho (“si siguiera a los 30 años como a los 14, tendría que preocuparme”), la “emoción y los motivos” para cantar “siguen siendo los mismos”.
Por otro lado, habló sobre lo ocurrido en Catamarca, donde se registró un alud trágico y en donde estaba previsto presentarse, algo truncado por el desastre climático. En este sentido, afirmó que los espectáculos interrumpidos “por el clima siempre los recuperamos, poniéndonos a disposición de los productores”. Aclaró que siempre que se trate de fenómenos climáticos incontrolables. “Hay que ver cuál es el ánimo de la población para hacerlo, porque creo que ahora no hay nada para festejar”, subrayó.
Y fue contundente cuando expresó que muchas tragedias permanecen pese a que dejen de estar en la agenda de los medios de comunicación. “Lo de La Plata (la inundación) no se solucionó”, advirtió.
Otros momentos en la carpa
Incomodidad. La conferencia de Abel se demoró mucho en su inicio (cerca de media hora) y eso motivó que se pisara con la llegada de La Oreja de Van Gogh a la carpa mediática. El moderador de las conferencias no sabía cómo hacer para interrumpir a la estrella (quien, predispuesto, respondía numerosas preguntas) cuando lo apuraban porque el grupo aguardaba para ingresar. Tuvo que cortarlo -de la mejor manera- Pintos pidió disculpas por extenderse y se fue.
Dyango. Dio la conferencia en el VIP (fue el único) ante pocos periodistas, porque los organizadores dijeron a los comunicadores que la daría tras la presentación de Pintos y La Oreja juntos, y no respetaron la palabra.
La Oreja. El grupo dijo que ante la convocatoria a presentarse, googlearon de qué se trataba el Festival de Festivales. “Nos quedamos alucinados”, aseguraron y dijeron que les llamó la atención que “una ciudad pequeña tenga un festival de estas dimensiones, un auténtico lujo”.
Sobre el final, ante la pregunta sobre Messi o Ronaldo, se inclinaron por el argentino.
Ubago. Alex consideró que el público argentino es “apasionado, cálido, muy entregado al encuentro”.
