“Soy fanática de Abel y tuvimos que esperar para conseguir el dinero de las entradas, por lo que las compramos un poco tarde y me tocó separada de mi madre, porque es impresionante el lleno total”.
Las tres vinieron el día sábado y se quedan hasta el lunes en casa de unos familiares para tener la posibilidad de realizar el recorrido peñero.
Carolina Brignone de Villa María asistió junto a dos amigas “para disfrutar de los shows de Abel Pintos y La Oreja de Van Gogh, preferentemente, aunque queremos sorprendernos con Alex Ubago”, declaró apenas cerró su paso el artista argentino dando lugar al español.
Respecto a los precios comentó que “los choripanes están bien, pero las botellas de bebidas están muy caras, 20 pesos”. Así, el menú cuesta 25 pesos el choripán y 20 pesos la gaseosa, dentro del Anfiteatro.
Alejandra de Morrison se acerca junto a una amiga para ver a Abel Pintos y Dyango.
“Estamos muy felices por la actuación del joven, nosotras sacamos la entrada hace más de dos meses, apenas salieron a la venta”.
En cuanto al hospedaje comentó que “después de que termine nos volvemos, cuando veníamos nos agarró la tormenta en la ruta”.
Alejandra y Fernando de Bell Ville vinieron especialmente para la noche del sábado.
Fernando admitió que “nos vendieron unas entradas donde la ubicación que nos mostraron era otra, pero el resto de la organización del Festival está muy bien”.
Juan Pablo Gallego de Las Varillas llegó a la ciudad junto a su esposa y una pareja amiga.
Ambos muchachos se encontraban solos al momento de comentar: “Vinimos a acompañar a nuestras mujeres porque era un espectáculo muy esperado por ellas”.
Sacaron la entrada con dos meses de anticipación y se sienten muy conformes con la puesta del Anfiteatro y más aún con la vista que ofrece la costanera local.
Cristian de Casilda se encontraba junto a un amigo apostados en una pared del ingreso al Anfiteatro, por lo que se les consultó si estaban aburridos y entre risas admitieron que “en realidad acompañamos a nuestras señoras que están en las plateas bajas y vinimos a tomar un poco de aire. Le regalé la entrada a mi esposa hace más de un mes y ahora tenía que traerla”.