En rueda de prensa hizo su propio balance como debutante en la conducción y confesó “haber superado el julepe”.

“No hay nada más lindo que hacer lo que a uno le gusta y, encima, que te paguen. Además, en un lugar donde me he sentido tan cómodo y querido”. Contó que en su estadía en la ciudad no le quisieron cobrar un café ni la limpieza de un saco, le regalaron una campera y lo invitaron a jugar al billar en el Club Sarmiento.

“La verdad, ojalá me invitaran de nuevo a participar”, deslizó el genial humorista.

Sobre “bloopers” de Fulop. “Ella pudo haber pecado de apresurada o de soltar la boca, pero nunca de malintencionada. Mi mujer me decía ‘no la dejés sola’. Pero ella se ríe de sí misma, de sus errores. Y yo pensaba que no podía dormir”.

Seguridad de Maná. “Tuve algunos problemas con los seguridad de Maná. Me decían ‘necesito que me despejen el pasillo...’. ‘Bueno’, les dije, ‘tan gordo no soy’”, se despachó entre risas.