La última noche del Festival de Festivales, desde hace aproximadamente una década, se vive y se vibra al compás de los ritmos bailables más contagiosos que fluyen por las venas como aquellos ríos de cerveza y sangría que rebalsan los copones arriba de las butacas o en dirección al campo (donde en las jornadas previas se instalara el sector VIP, con catering y champán para la dama y el caballero).
La velada, conducida por Alberto Luna, tuvo su presentación oficial con un pintoresco cuadro de baile a cargo de Flor de Ceibo, además del lanzamiento de fuegos artificiales y lluvia de papelitos.
El primer grupo en escena, a las 21, resultó el legendario conjunto de cumbia santafesina, Los Palmeras. Conducido por Cacho Deicas, la formación de cuatro décadas se despachó con su superhit "Bombón asesino", para luego mechar éxitos como "Ella" y "Olvidala" junto a versiones de rock nacional: "La bestia pop" de Los Redondos y "Como Ali" de Los Piojos.
Llegaría luego el turno de Trulalá, que mantuvo el ritmo con "Sueño contigo", "Eres mi sueño" y piezas supercoreadas como "Ojalá no te hubiera conocido nunca".
Con algunos minutos de "pausa" llegaría el gran artista de la noche: Damián Córdoba, quien, según el animador, brindará un recital en beneficio a Catamarca (su provincia natal), tras el alud. Con su explosiva y carismática personalidad logró cautivar la marea de fanáticos con temas como "Vamos a bailar", "Qué tal" y "Dame tu swing".
Antes del cierre con La Fiesta, llegaría La K’onga, que presentara su último disco "Dejando huellas" y festejando el año de Pablito Tamagnini en la banda, que debutara precisamente en la edición pasada. Tras regalar obras como "El verano", "Quiero gritar que te amo", regalarían piezas como "El rey" y su mayor éxito, "La cabaña", sin dejar de concretar el esperado dueto con Damián Córdoba en "Te perdiste mi amor" y “Algarabía”. Fue el momento en que el cuartetero hizo “explotar” el Anfiteatro.
En el monumental escenario había gente de la lejana Tierra del Fuego.