El concejal Darío Capitani puso la lupa en los números del Festival de Peñas y el titular del PJ, Gerardo Russo, le salió al cruce con un escrito titulado “Festival de Peñas: descubrieron el agujero del mate”.
La nota de Russo, enviada a nuestra Redacción expresó lo siguiente: “Como cada verano, los argentinos en general y los villamarienses en particular, tenemos algunas certezas: van a aumentar los precios, a pesar de la crisis, los centros vacacionales se van a llenar, los dirigentes que se creen presidenciales saldrán por las playas a mostrarse y saludar, varios Boca-River se van a jugar y las vedetes de las diferentes compañías de revistas se van a pelear. Y por la Villa, como para no ser menos, algunos dirigentes opositores al Gobierno municipal le seguirán los pasos y saldrán a cuestionar y denunciar.
Pero este verano, a pesar del repertorio repetido, hay que reconocer que no han dejado de sorprender. Acaban de anunciar que en medio del Festival le han encontrado el agujero al mate.
El concejal Capitani, fotocopia en mano, denunció que el Gobierno municipal pagaba a los artistas internacionales en moneda extranjera. En esos deseados y esquivos billetes verdes que aumentaron abruptamente su cotización fogoneado por especuladores y economistas neoliberales que quieren volver a empobrecer al pueblo argentino.
¿Desconocía el concejal las normas de contratación de shows internacionales? ¿Puede no saber que aquellos artistas que gozan del reconocimiento internacional estipulan su caché en dólares, algo que también hacen los músicos argentinos cuando actúan en el exterior? ¿Puede ignorar que el procedimiento utilizado por el Ente de Turismo y Deporte de la Municipalidad está regulado por AFIP para toda entidad física o jurídica, pública o privada que realice espectáculos culturales internacionales que requieran el uso de moneda extranjera. Incluidos claro está, los espectáculos que organice el Gobierno nacional, los gobiernos provinciales y municipales. Por supuesto, también aquellos espectáculos que se realizan organizados -bajo una escenografía de color amarillo- por el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Creo que no, Capitani no desconocía estas cuestiones. Y si no las sabía, levantando el teléfono se podría haber informado. Lo que buscaba era continuar con los clásicos del verano. Había que salir durante el Festival denunciando en los diarios. Y qué mejor, que en el medio del eclecticismo musical que caracteriza a nuestro Festival, anunciar telúricamente que le encontró el agujero al mate.
Tamaño descubrimiento fue aprovechado también desde las filas radicales. Algunos dirigentes de este partido, con mayor tino, bueno es reconocerlo, centraron sus preocupaciones por el ‘riesgo’ económico asumido por el Estado municipal al realizar por sí el Festival. Y esto no debería sorprendernos.
Hace mucho que algunos han renunciado a seguir sosteniendo un rol preponderante y activo del Estado. Un Estado que no sólo promueva, sino que también intervenga y equilibre. Con gobiernos que tengan la convicción ideológica y la firmeza política para sentarse en la CELAC a debatir cómo defender el poder adquisitivo de nuestras monedas, de los embates especulativos promovidos por multinacionales y millonarios inescrupulosos, economistas y políticos cipayos desde organismos internacionales y promocionados foros como el de Davos.
‘Seguir con las convicciones’
Nosotros humildemente, con aciertos y errores, preferimos seguir con nuestras convicciones. Entendiendo al Estado como una herramienta fundamental para promover el desarrollo económico, social, educativo y cultural de la ciudad. Como lo estamos haciendo desde el Parque Industrial o con el impulso a la economía social o el apoyo a programas como Conectar Igualdad, Procrear o al recientemente lanzado Programa Progresar. Con ese espíritu realizamos el Festival.
Lentamente, entre lluvias y calores, irá transcurriendo lo que resta de la temporada veraniega en la ciudad. Se habrán apagado las luces y el canto en las peñas y en el Anfi. Quedarán las denuncias y los rostros adustos como postales pintorescas de la política local. Pero también flotará la alegría de miles de villamarienses y otros tantos argentinos que caminaron por nuestro suelo y cantaron en nuestras peñas. Las voces de aquellos que nos descubrieron y dicen querer quedarse o volver en la próxima temporada. Los que regresen, seguramente se encontrarán con avances en la ciudad y con otras de las ya ‘clásicas’ denuncias de la política local. Pero también con miles de villamarienses que desde sus trabajos en hoteles, comedores, resto-bar, transportes, comercios, quioscos y producciones artísticas, les dirán que sabían desde siempre que el ‘mate tenía agujero’ y que acompañan felices la concepción de Estado que tiene este Gobierno municipal”.
