El vicepresidente del PRO Villa María, Nicolás Pepicelli, no se quedó de brazos cruzados tras las críticas que el titular del PJ, Gerardo Russo, le hizo al principal referente de su partido, Darío Capitani.
Pepicelli salió al escenario con un escrito que tituló: “La ciudad de la alegría” y que transcribimos a continuación:
“La ciudad de la alegría. Es el título de una famosa película, basada en un libro que es un canto a la esperanza y al amor dentro del sufrimiento y la miseria que se da en los barrios pobres de la India. Las desgracias se suceden, bien sean provocadas por las inclemencias meteorológicas, por factores políticos, por la mafia, por las enfermedades, por las tradiciones.
La ciudad es Calcuta, ha sido uno de los lugares más pobres del mundo, durante muchos años.
¿Qué tiene Villa María en común con Calcuta?
Que también aquí las desgracias se suceden por las inclemencias meteorológicas, como cuando se inunda toda la ciudad por una lluvia de sesenta milímetros.
¡Qué sería de nosotros si llegan a llover 320 mm como sucedió en San Pedro, provincia de Buenos Aires, esta semana!
Aquí como en Calcuta, el Gobierno mira para otro lado.
El intendente (Eduardo Accastello) está festivaleando y programando su campaña a gobernador, presidente o lo que sea, porque algo tiene que ser, ¿no?
“Las malas noticias no existen”
Las inundaciones son malas noticias, así que de eso no se puede hablar, esta es la ciudad de la alegría y por eso sólo hay lugar para las buenas noticias.
Las malas noticias no existen.
Si no se hicieron los desagües pluviales como corresponden, si no se mantienen limpios, si como consecuencia de ello nos inundamos, si sobreviene el dengue, no importa, eso no es noticia, la noticia es que vino Maná y se llevó novecientos mil dólares por una hora de actuación.
¡Eso sí que es alegría!
Por otra parte, no sólo hemos descubierto el agujero del mate, también hemos descubierto el agujero negro, por donde se van los dineros que los villamarienses aportamos en concepto de impuestos.
Ese sí que es un gran agujero.
¿Cuántos millones de dólares se han ido, no sólo de la ciudad y de la zona, para pagar a estas famosas bandas extranjeras?
¿Dos millones? ¿Tres millones? El 30 de abril lo vamos a saber, quedémonos tranquilos, todo es legal y legítimo.
Si al presidente de Shell lo acusan de desestabilizador por comprar un millón de dólares para pagar utilidades de su compañía, ¿cómo se debería calificar a una Intendencia que se titula ‘nacional y popular’ y que saca del país el doble o triple de esa suma?
Si el Gobierno nacional, está bajando las banderas, negociando con los chicos malos, las multinacionales cerealeras, para que traigan algunos dólares, ¿cómo se entiende que sus discípulos saquen dólares del país?
¿Cuál es la coherencia ideológica de los discípulos del kristinismo? o es la suya sólo una coincidencia circunstancial o de ventaja?
Puede que a la Municipalidad le cierre el balance, porque tiene buenos dibujantes, pero a la sociedad no le cierra, porque si estamos en época de vacas flacas, todos tenemos que cuidar la economía y lo cierto e indiscutible es que estos “Manás” no cayeron del cielo para alimentarnos, estos vinieron en avión y se llevaron varios millones de dólares en sus alforjas, luego de su rápido paso por estas tierras.
¿Vale la pena tanto esfuerzo de una sociedad, para que una persona aspire a mayores honores?
¿Acaso no fue Abel Pintos, un artista nacional, el más ovacionado por la multitud?
Entonces, para qué tanto derroche, para qué tanto olvido de las necesidades de la otra ciudad: la inundada, la de la inseguridad, la de la inflación, la que no existe.
Está muy bien que haya Festival, porque la gente necesita olvidar sus dolores cotidianos.
Está mejor que haya justicia social, pensando primero en las necesidades básicas de una sociedad”.