Medio centenar de personas protagonizó ayer una sentida movilización por la calle Mendoza de Villa María, desde el Palacio Municipal (donde se concentraron) hasta el Centro Integral de Atención al Ciudadano, que es la sede local que posee el Gobierno de la provincia de Córdoba, para pedir ayuda para copas de leche y útiles escolares para niños y niñas de esta ciudad y Villa Nueva.
Precisamente, la demanda se realizó ante el Estado cordobés, que tiene su sede en calle Mendoza al 1100.
Los manifestantes, liderados por hombres que hicieron sonar los bombos y por mujeres que portaron banderas que distinguían a los comedores infantiles, se reunieron frente al ex-Palace Hotel pasadas las 10.30 de la mañana y luego fueron caminando hasta la sede cordobesa, ubicada a dos cuadras. Por eso se vio interrumpido el tránsito. La protesta (pacífica) se extendió por casi dos horas.
Allí, se pudo ver a quienes llevan adelante comedores o copas de leche de Villa María y de Villa Nueva junto a dirigentes y militantes de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Cuando llegaron al Centro Integral de Atención al Ciudadano fueron recibidos por dos empleadas del lugar, entre ellas la jefa de personal, Marcela Alzugaray. Por espacio de casi una hora mantuvieron una reunión, tras la cual Alzugaray salió a la calle y le habló a la totalidad de la gente que se encontraba concentrada (habían ingresado al cónclave sólo algunos).
La trabajadora estuvo a la altura de las circunstancias, según pudo observar este medio, único presente en el lugar. “Conozco mucho de la situación que atraviesan. Vengo de un barrio carenciado”, fue lo primero que expresó Alzugaray. “Sería bueno poder lograr algo y hacer lo posible para que los chicos tengan educación. Nosotras somos empleadas y no pertenecemos concretamente a las áreas vinculadas a este pedido, pero nos comprometemos a hacer llegar su reclamo”, señaló.
Incluso, les dieron sus teléfonos celulares a los vecinos y les aseguraron que “está la mayor voluntad de nuestra parte”.
Una de las integrantes de una copa de leche agradeció que los hayan recibido pero solicitó “que no quede cajoneado” el petitorio.