Estimado Jesús, cómo quisiera que mis palabras tuviesen el alcance de expresarte al mismo nivel que la nobleza de tu gesto, donde se refleja el compromiso de caminar con la transparencia que encierra tu persona, la sencillez, la pacífica alma y el gran respeto a la historia que debe ser sin duda tu pasión, el respeto a los temas y tato con las historias de todos y cada uno de tus entrevistados, que plasmas y publicas en tu interesante y prestigiosa espacio a la cultura, en nuestro Diario local.
Fuera de todo reconocimiento sabido, quiero hacerte llegar mi sincero y profundo agradecimiento, porque tu gesto tiene un contenido muy valioso, que lo he recibido con mucha emoción, sintiendo como una fraternal brisa a mis “85”, que me impulsa a educar en que la lucha es un impulso que se le da a la vida, creando amor para que la justicia sea justicia y es en ese punto donde acude mi mente y mi corazón, el vivo recuerdo de mis compañeras de Villa Nueva y Villa María que todas juntas compartimos aquella esperanzada lucha, resistiendo como fieles y discípulas, leales militantes, con todas nuestras fuerzas en bien de la comunidad y en homenaje a la gran conductora Evita.
Elvira Montenegro