En la segunda sesión del año, la Legislatura provincial aprobó la expropiación de un terreno destinado a la construcción de la planta de tratamiento de líquidos cloacales de la localidad de Chazón.

La iniciativa, presentada por el legislador Darío Ranco -quien expuso los fundamentos- y con dictamen favorable de las comisiones de Obras Públicas y de Economía, declara de interés público y sujetas a expropiación a tres hectáreas de un establecimiento de más de 800, con destino a favorecer el tratamiento de los líquidos.

Entre los fundamentos, Ranco reseñó la tarea y gestiones que vienen realizando el intendente Ernesto Garbiglia y el Gobierno municipal, que van desde la inclusión en el proyecto de dotar de suministro de agua potable a la localidad a partir del acueducto Villa María-Laboulaye que construye el Estado cordobés a la adquisición de una cisterna de 180 mil litros para almacenamiento del vital elemento y el inicio de la obra de cloacas, proyecto aprobado en 2005.

 

Argumentos

 

El proyecto de ley referido a la declaración de utilidad pública y sujeto a expropiación de un terreno ubicado en zona rural de Chazón, Departamento Juárez Celman (la localidad se encuentra en el Departamento General San Martín), para la construcción de la planta de tratamiento de líquidos cloacales lleva el número 13245/L/13.

En principio, Ranco hizo una serie de consideraciones que dieron origen al proyecto: "La Municipalidad de Chazón, a principios de la década de 2000, comenzó un proceso de saneamiento general de la localidad; primero, exponiendo la problemática del agua potable, ya que Chazón se encuentra en una zona donde los acuíferos subterráneos presentan múltiples problemas de contaminación, fundamentalmente por la presencia de sales y otros componentes minerales nocivos como lo son el arsénico, el flúor, etcétera. Ante ello, hace ya varias décadas que se está trabajando en pos de lograr una solución a esta seria problemática, tanto Provincia como municipio, encontrando como la única más viable a la provisión de agua apta para el consumo humano por medio de un acueducto desde Villa María".

Mencionó que "la localidad de Chazón se encuentra prácticamente rodeada de una zona de bajos". En ese marco, puntualizó que esto "ocasiona innumerables inconvenientes, edificaciones que ceden o se asientan provocando rotura de su estructura, contaminación de reservorios de agua dulce de lluvia (aljibes), colmatación de pozos absorbentes de desagües cloacales, etcétera”.

Señaló que el sistema de desagüe cloacal que posee la localidad es el que se suele denominar “semidinámico” (mediante descargas de agua a una cámara séptica y de allí, a un pozo negro) cavado en la mayoría de los casos en la vereda, invadiendo espacio público, provocando “un alto grado de contaminación para las napas y el medio ambiente".

"Esta es una de las problemáticas más serias con las que tiene que lidiar un municipio, dado que las soluciones son costosas y a largo plazo", dijo Ranco.

 

Acelerado

 

"El caso particular de Chazón, este fenómeno fue más marcado aun, lo que motivó acelerar el proceso de construcción de la obra, ya que el alcantarillado cloacal trae un importante alivio a la situación de los niveles freáticos altos y, por ende, mejora la calidad de vida, ya que se eliminan los constantes problemas con la saturación de pozos negros, desmoronamiento de los mismos, etcétera", ejemplificó.

Esta reseña fue la utilizada por Ranco para apoyar y solicitar "la necesidad de avanzar con la obra". "Así lo entendieron tanto el Ejecutivo Municipal como el Concejo Deliberante, sancionando el instrumento legal que le permitió dar pasos significativos para la obra".

 

Tres hectáreas