“Vivo en la calle Charcos”. La humorada de Ernesto, el hombre que llamó a EL DIARIO para pedir que concurramos al barrio San Juan Bautista, se ajusta a la real situación que atraviesa este sector de Villa María.
Precisamente, la calle Charcas (de allí la ironía del vecino) se caracterizaba en las últimas horas por sus pozos cubiertos de agua o por varios metros completamente anegados.
Este matutino pudo observar, en el atardecer del jueves (como se ve en las imágenes de esta página), condiciones que ayer se mantenían en buena parte: quien “bajara” al barrio por ruta 9, lo primero que iba a encontrarse si accedía a través de la citada arteria, era un obstáculo para continuar viaje.
Agua de orilla a orilla, que hacían imposible el paso de cualquier vehículo. Una señora que reside en inmediaciones del lugar, aprovechó la presencia periodística para quejarse por el cuadro. “Tenés que ver la manera de ir a hacer las compras, de ir a buscar a tu hijo y ni qué hablar si tenés que salir de apuro. Estamos cansados de que cuando llueve haya grandes charcos en varias calles”, señaló.
“Cuando llueve seguido, como ahora, las calles no alcanzan a secarse y tenés que andar con cuidado de caerte o subiendo a la vereda en moto, como hacen muchos”, añadió.
La calle Quintana, que es paralela a Charcas, también era un desastre en sus primeros metros, en cercanías de la ruta 9. Se había formado una laguna, en el marco de un paisaje lamentable: yuyos en los baldíos que rodean el camino y también basura.
Precisamente vecinos de este sector habían reclamado a través de EL DIARIO, semanas atrás, por la limpieza de esos baldíos y por la basura que arrojan algunos ciudadanos. La comuna intimó al propietario e hizo limpieza, lo que valoraron los frentistas, pero luego las lluvias nuevamente atizaron los ánimos.
Afortunadamente y si bien estas calles (las más anegadas) son arterias para ingresar al barrio, no hay viviendas exactamente en esos puntos, lo que haría aún más preocupante el panorama.
Los pronósticos del clima para los próximos días no permiten aventurar una mejora en las condiciones de las calles.