El viernes pasado se llevó a cabo la postergada final del certamen “Tod@s pueden cantar” en el hall del Centro Cultural Comunitario Leonardo Favio.
En la ocasión, 15 finalistas debieron competir en diferentes estilos musicales ante un jurado que definía el gran ganador de la propuesta organizada por el área Juventud de la Universidad Popular (UP).
El conductor de la velada, Gastón Moreyra, previo a la instancia definitiva instó a la audiencia que había abarrotado el salón a que eligiera –mediante el “aplausómetro”- al participante “del público”.
De esa manera, Noelia Scharff de 22 años, quien había interpretado el tema “Aprender a volar”, fue la primera ganadora de la noche.
Luego, quedarían tres finalistas seleccionados por el jurado compuesto por Leo Roganti, Juan Pablo Amante y Carlos Rodríguez. El tridente estaba integrado por Melina Pedernera (27), Agustín Pérez (14) y Sol Giordano (14).
La pequeña Sol deslumbró con la interpretación de los temas elegidos: “I have nothing” de Whitney Houston y “En cambio no” de Laura Pausini.
Tras los aplausos y ovaciones de rigor, la niña recibió un ramo de flores y el premio a cargo de la directora de Juventud, Leticia Camusso, el colaborador del certamen (junto a Néstor Cabrera), Pablo Cordero y la titular de la UP, Silvia Longo.
Poco después de haber obtenido el galardón, que asciende a 3 mil pesos, declaró sorpresivamente que lo iba a donar a una fundación.
“Hay gente que necesita el dinero más que yo”
“A mí el dinero no me hace falta, yo quería tener esta experiencia, que me conozca la gente. ¿Para qué quería yo esa plata? ¿Para un celular, un televisor? Hay personas que lo necesitan más que yo y que tienen necesidades básicas insatisfechas”, contó Sol a EL DIARIO.
Finalmente, el monto irá destinado a la Fundación “Los Niños del Mañana”, donde su papá Osvaldo también colabora para recaudar comida y ropa que se destina hacia pueblos del norte argentino.
Consultada por su orientación hacia el canto, señaló: “Me encanta todo lo relacionado al arte. Cuando tenía 4 años empecé a querer a aprender guitarra. A los 7 u 8, empecé canto en la Escuela de Música Popular (EMPO) con Pablo Cordero. Y hace poco hice baile en Danza Vida, pero dejé porque no tengo tiempo. También quiero hacer teatro y comedia musical. Sería mi sueño”. Sol es la única hija de Osvaldo, quien solía cantar en la extinta orquesta bailable Los Americanos. “Uno puede tener talento -reflexiona, con una seguridad envidiable- pero si no se tiene técnica ni práctica, no sirve. Hay que ensayar siempre para mantener el registro de la voz, como nos enseña Pablo. Además, uno nunca termina de estudiar y tener conocimientos es lo más importante”. Interrogada por los temas elegidos, Sol indicó: “Me gusta elegir los más difíciles porque así uno puede lucirse más y son como desafíos a superar. Entonces, te sacan los nervios”.