Las dificultades financieras de las Pymes Industriales se agravaron notablemente en las últimas semanas a partir del encarecimiento del crédito y la suspensión o recorte de las habituales líneas de financiamiento.
Los principales problemas financieros que golpean a esas empresas son los siguientes:
1) Suspensión de las líneas de crédito bancario destinados al sector productivo frente a la perspectiva de que la tasa Badlar sigue en aumento (la Badlar es la tasa promedio que se paga por depósitos mayores a $1 millón y la que toman como referencia los bancos para prestarles a las Pymes).
2) Recortes agresivos en todas las líneas de financiamiento bancario, principalmente, en descuentos de documentos y adelantos en cuentas corrientes, que son las más utilizadas por la industria Pyme.
3) Las tasas de interés de todas las modalidades de financiamiento tuvieron un fuerte incremento. Por descuentos de documentos y cheques los bancos llegan a cobrar más del 40% anual, y fuera del circuito financiero las tasas no bajan del 70%-80% anual.
4) Acortamiento de los plazos para descuentos de cheques y exigencia de mayor calidad en los valores que se toman. Los bancos están exigiendo cheques de primera línea, y aun así las tasas llegan al 40% anual. Para valores de empresas menos reconocidas, la única opción es cambiarlos fuera del sistema financiero formal, donde las tasas son abusivas.
5) Dificultades para cambiar cheques de una ciudad en otra. Muchos bancos de la Ciudad de Buenos Aires no están aceptando cheques del interior del país.
6) Desaparición del crédito de proveedores. Los proveedores están exigiendo el pago anticipado o contra entrega de mercaderías, cuando antes se pagaba a plazos de 15, 30, 60 ó hasta 90 días.
7) Muchos insumos se han dolarizado y las empresas proveedoras entregan los productos sólo con remito, sin emitir la factura. De esta manera, la Pyme desconoce el valor final del bien adquirido.
8) Serias dificultades para comprar en el exterior insumos, partes, piezas y bienes de capital necesarios para la producción por las restricciones financieras impuestas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para realizar los pagos de importaciones.
Las dificultades financieras de las Pymes y la política ortodoxa que lleva adelante el BCRA repercuten inevitablemente en la inversión y el consumo, poniendo en riesgo el crecimiento y bienestar de la Argentina. Por eso, resulta urgente buscar soluciones para evitar que estas problemáticas se prolonguen o agraven.
Laura Garrafa Hakim
Prensa
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