Andrés Guzmán, del Movimiento Evita (responsable de la JP Evita de la provincia y excandidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria en las últimas legislativas), resaltó que el proyecto del matrimonio Kirchner cambió al país y permitió muchos logros, pero advirtió que hay mucho por hacer y cuentas pendientes que no se deben ocultar, sino atender, al ser entrevistado ayer por EL DIARIO en su visita a Villa María. El dirigente sostuvo además que el actual contexto político nacional está enmarcado en “un golpe blando” al frente de grupos económicos. Y afirmó que en esta década se conquistaron bases que deben permitir un proyecto más superador luego.
“Creemos firmemente en que hubo transformaciones muy importantes en nuestro país, cambios significativos, tenemos trabajadores con los sueldos más altos de América Latina, inclusión con seis millones de puestos de trabajo, un pueblo que recuperó la política, recuperó institucionalidad, el trabajo, la dignidad y la autoestima. Faltan muchísimas cosas, no hay que ser ciego y escuchar todas las críticas”, declaró cuando este matutino le consultó por las cifras de pobreza.
“Entre lo que falta se cuenta el trabajo en blanco, mejores condiciones de empleo, incluir a los jóvenes, a los ‘ni ni’ (no trabajan ni estudian), que es un fenómeno mundial que tenemos que decirlo y ver cómo lo resolvemos”, admitió al enunciar cuentas pendientes de este proceso “nacional y popular” encabezado por Cristina.
“Queremos llegar a la verdadera justicia social, con más derechos e inclusión plena. Hemos tenido muchos aciertos y errores, algunos de los cuales tratamos de rectificarlos, pero no hemos podido en todos, pero la oposición lo que no nos perdona son los aciertos, no nuestros errores”, aseveró. Y acotó que los dirigentes de la oposición “son los voceros de los grupos económicos, que los utilizan y que son los mismos que voltearon a Alfonsín e hicieron retroceder en la historia”.
En este aspecto, no dudó en afirmar que por estos días “estamos en el marco de un golpe blando, sin características de los golpes como son conocidos, con los militares, sino con devaluaciones, presiones, poderes fácticos, la meta de acorralar institucionalmente y mostrar con el tema de la corrupción a la política como un cambalache, que va en contra de un capital que hemos podido obtener y que debe ser base de otro proyecto para que sea mejor”.
Consultado sobre lo que resta del mandato presidencial, evaluó que “empieza a verse mucho la puja política y muchos quieren ser candidatos”, pero opinó que si bien “en la política todo es válido y se tienen que discutir estas cosas, esa no es la agenda de nuestro pueblo, que está pidiendo otras cosas”. “La clase política, más que pensar en eso, debe pensar en resolver los problemas de la gente. Hay una situación que tenemos que abordarla, nadie gana con ocultarla, hay que enfrentarla y la política debe ser una herramienta de transformación. Esto es responsabilidad del Frente para la Victoria, de Cristina y de la oposición”, subrayó.
Guzmán dijo que el Movimiento Evita “se propone ir por lo que falta, que no haya más pobres en un país rico y avanzar en la redistribución de la riqueza. No queremos volver a los 90 ni volver atrás y lo más valioso es que una generación de muchos jóvenes ha vuelto a la política”.
Fin de semana en la ciudad. Guzmán estuvo ayer anunciando, con dirigentes de Villa María, el campamento federal del próximo fin de semana en instalaciones del Campus Universitario de la Universidad Nacional, en el que confluirán militantes del partido de diversas provincias.
Además, estarán en los barrios “más populares, para hablar mucho con la gente, hacer tareas de pintura en escuelas, biblioteca, merendero, desmalezamientos en sitios baldíos, pintar murales y ayudar a la murga local”.
“Los que van a bancar este proyecto son los sectores populares”, sostuvo.