El periodista Fabio Morisetti editará el mes próximo “Buscando un lugar” (La historia del punk contada por sus protagonistas), que verá la luz por la editorial Textos Intrusos y contará con distribución en todo el país.

Morisetti, cronista de EL DIARIO, es egresado de la Escuela del Círculo de Periodistas Deportivos y cuenta con una vasta trayectoria en medios radiales y gráficos. Este es su primer trabajo plasmado en formato de libro.

Tras un largo proceso de investigación, el resultado se vuelca en casi 250 páginas, con fotos inéditas y el testimonio de más de 70 músicos que fueron parte del nacimiento del punk en nuestro país, allá por comienzos de la década del 80. Nombres como Los Violadores, Attaque 77, Todos Tus Muertos y personajes como Fidel Nadal, Marcelo Pocavida y Patricia Pietrafesa son protagonistas indiscutibles de un movimiento contracultural que revolucionó para siempre la escena artística.

-¿Cómo surge la idea de escribir un libro basado en el testimonio de los hacedores de la escena?

-Puntualmente, para entender por qué el punk nace en la clase media-alta y por qué enseguida encuentra tantos seguidores: comúnmente, la gente asocia al género con los sectores proletarios. Sin embargo, en la Argentina de los 80 estaba dado el marco referencial necesario como para que el disconformismo y la bronca que históricamente caracterizaron al punk brotaran de otros estamentos. Tengamos en cuenta que todavía se vivía la dictadura genocida, que las mordazas eran múltiples y que la juventud y el desparpajo de estos jóvenes lograron atravesar el cerco censor. Poco después, con el advenimiento democrático, ese pequeño grupo iniciático va generando una convocatoria cada vez mayor hasta llegar al día de hoy, en donde, con muchos procesos de aggiornamiento encima, el punk goza de buena salud.

-El punk siempre fue sinónimo de rebeldía...

-Es su faceta principal. Es un bastión del antisistema. Pero este término debe entenderse desde un punto de vista cultural. Desde un comienzo, el punk estuvo emparentado con el anarquismo, con el desacato de las leyes, con la idea tan utópica como romántica de cambiar el mundo para ser más libres. De acuerdo a la óptica de cada uno, se podrá concluir en que se logró o no. Pero sin dudas, fue el movimiento cultural que más revolucionó las artes en los últimos 50 años. Porque fue mucho más que un género musical de cuatro tonos, básico, rudimentario. El punk también tuvo diversas expresiones en la literatura, en la pintura y en el teatro.

-¿Puede decirse que el viejo adagio “hazlo tú mismo” tuvo plena vigencia en nuestro país?

-El punk aparece en momentos en que muchos chicos no se sentían representados por el llamado “rock nacional”. Y de repente, esa juventud reprimida se encuentra con que cualquiera que tocara un par de notas en algún instrumento podía subir y cantar, porque ya no importaba el virtuosismo, sino que era más importante lo que se tenía para decir. Además, el músico pasó de ser un sujeto abstracto, lejano, inalcanzable a ser el pibe que paraba en la esquina con los demás. Se tocaba con pésimo sonido, con equipos que a veces andaban y otras no, pero lo fundamental era que quien quería, podía tener su banda.

-Sin embargo, no hay muchos registros grabados de aquella época...

-Por varios motivos. Primero, porque el mismo vértigo, el no future del punk, hizo que las bandas no tuvieran demasiado interés en grabar. Era una forma de vivir el ahora sin pensar en el mañana. También tengamos en cuenta que en ese momento el movimiento era minúsculo, prácticamente se transmitía de boca en boca. Además que a las grandes discográficas no les hacía gracia un nicho con una expectativa de venta muy pequeña. Y todavía no existían los sellos independientes que años después formarían el eslabón necesario para el ascenso de muchas bandas. Algunas cositas fueron grabadas en casetes y hoy son considerados de culto. Alerta Roja grabó el primer disco punk en Argentina y meses después lo hicieron Los Violadores, pero eran casi la excepción que confirma la regla...

-¿Cambió el ideario punk desde los 80 a nuestros días?

-Totalmente. Hoy, el punk pasa por un estilo musical, quizás también por la ropa, y nada más. Los pibes van a ver a 2 Minutos, Cadena Perpetua u otra banda y luego van a comer al McDonald’s más cercano. Antes, el concepto punk implicaba un compromiso y una forma de ver las cosas mucho más radical. Claro que los tiempos cambiaron mucho. Vuelvo a lo mismo de antes: el marco referencial era de represión, de opresión, y hoy, con todas sus deficiencias, estas tres décadas democráticas nos han hecho madurar mucho como sociedad.

-¿Cómo se da el interés de Textos Intrusos en tu obra?

-Bueno, Hernán Casabella, el editor, venía de publicar un libro sobre la temática y se interesó en dar a luz mi proyecto. Llegamos a un acuerdo en las condiciones y aquí estamos... Yo quería lograr una buena distribución en Buenos Aires, que es donde apareció mayormente la movida, así que charlamos, unificamos criterios y ahora habrá que esperar la aparición para ver cómo se vende.

-¿Habrá presentación oficial?

-Sí. En Villa María, en Arroyo Cabral  y en Buenos Aires. En la Capital estamos viendo de estar en la Feria del Libro Punk que se hace todos los años. También hay algo pendiente en Córdoba y acá en la ciudad el dueño de una librería se contactó conmigo porque estaba interesado en la presentación, así que allí la haremos.

-¿Cuándo estará el libro en las calles?

-En la segunda quincena de marzo, calculo. El proceso de taller lleva unos 15 días y a eso hay que sumarle un tiempito más para ultimar detalles. Creo que en menos de un mes va a estar disponible.

Cómo pueden contactarse los interesados en adquirir el libro: una vía es a través de  su Facebook.

“Creo que el producto final es realmente muy interesante, así que tengo muchas ilusiones... Está muy bien presentado, tiene el arte de tapa de Lucía Scarafía e hice especial hincapié en la redacción, para que sea ágil, dinámico y, por sobre todo, bien escrito”, concluyó el debutante escritor.