“La narración ha sido una práctica eterna en la historia de la humanidad.
En la búsqueda de exponer los resultados de sus investigaciones y especulaciones, filósofos, historiadores y sociólogos, siempre han contado relatos, desde los antiguos hasta los posmodernos”.
Con este concepto de Jaume Aurell empieza un escrito de las autoridades del Partido Justicialista. Gerardo Russo, Verónica Vivó y Sebastián Capurro salieron al cruce de las críticas al Gobierno local que hizo el comité local de la Unión Cívica Radical a través de una nota publicada en la edición de ayer.
La respuesta del PJ expresó lo siguiente:
“Una vez más la UCR utiliza los medios locales para dar a conocer su opinión sobre diferentes aspectos de la ‘realidad’ local y las políticas del Gobierno municipal en torno a la misma.
Esta vez, en simultáneo, el comité de circuito del radicalismo y la concejal Landart desgranan viejos argumentos para criticar acciones y posturas políticas tanto del Gobierno local como del Gobierno nacional.
Hablan de crispación, de división, corrupción y explotación.
Se refieren, además, a una supuesta falta de transparencia en el manejo de los fondos públicos y a su utilización en ‘gastos superfluos y festivaleros’´en vez de aplicarlos a resolver las necesidades sociales de nuestro pueblo.
Sobre esos pilares construyen un relato sobre la ‘realidad’´nacional y local, que de ser cierta nos ubicaría viviendo en la peor de las ciudades del peor de los mundos.
Postura política del radicalismo, construcción de un relato sobre la ‘realidad’ que mayoritariamente los villamarienses parecen no compartir.
Pero su lectura de la ‘realidad’´no finaliza allí, en nombre del libre ejercicio de su función de contralor y de su derecho a adoptar posturas diferentes a las del oficialismo, algo que entendemos saludable, califican de autoritario al intendente municipal cuando éste o sus funcionarios ejercen también su legítimo derecho a defender las políticas que implementan, o cuando discrepan con las ´visiones´ que sobre las mismas esgrime la oposición.
Sin embargo, no les resultó para nada autoritario ni avasallante la actitud autista que adoptaron siendo Gobierno, lo que los llevó a dejar una ciudad endeudada y con su a infraestructura y servicios públicos al borde del colapso.
Tampoco se les escuchó reclamar a viva voz por la poca transparente decisión de no enviar -en sus últimos dos años de gestión- los balances al Concejo para su aprobación.
“Repudiamos la violencia”
Por último queremos manifestar que también nosotros repudiamos la violencia que muchas veces se ejerce y se ha ejercido sobre el pueblo trabajador, los sectores populares, los más humildes y desprotegidos de nuestra patria.
Provenga de donde provenga. Ya sea desde el Estado cuando aplicó políticas neoliberales recesivas que dejó miles de trabajadores en la calle, que congeló salarios y disminuyó las jubilaciones apoyándose en una salvaje represión.
O desde los monopolios empresariales que especulan con los bienes y alimentos de los argentinos para maximizar sus ganancias. También de algunos partidos políticos que olvidando su historia han asumido el triste papel de voceros de los sectores económicos concentrados que protagonizan golpes de mercado para volver a quedarse con el esfuerzo de millones de argentinos. Y de muchos medios de comunicación que fogonean esta situación.
En definitiva, cada vez que tratamos de explicar la realidad lo hacemos a través de un relato que entendemos la representa. Es ‘nuestro’´relato, el de la UCR, el del PJ. Serán en última instancia los argentinos en general y los villamarienses en particular los que determinen cuál de estos u otros tantos relatos se ajusta o explica mejor la “realidad” que viven o han vivido, de manera individual o como colectivo social.