Le cuesta caminar. Por eso, este obstáculo para cualquiera cobra mayor dimensión para él. Hablamos de un desmoronamiento de la vereda de la casa de Juan Pereyra, un hombre que vive con su compañera, Petrona Fernández, en calle Modesto Moreno 1111 de barrio San Juan Bautista, en Villa María.
La vivienda del matrimonio está en la esquina de esa arteria y Malvinas Argentinas y presenta un hundimiento en su vereda que provocó la rotura de la escalera de acceso a la residencia por calle Modesto Moreno.
Ambos recibieron en la mañana de la víspera a EL DIARIO, cansados de no ser escuchados por la Municipalidad. Petrona aseguró que desde hace dos años esperan respuestas y que han acudido en numerosas ocasiones a la sede central de la comuna (en Mendoza y Sobral) y al MuniCerca Nº 6, que comprende a este barrio.
"Hace más de 30 años que vivimos acá. En esta zona hay un gran hormiguero. José Escamilla, cuando hace muchos años ingresó a Obras Públicas, mandó camionadas de relleno y logramos que no haya inconvenientes. Todo quedó perfecto, nunca se hundió, pero vinieron hace dos años a hacer el cordón cuneta y todo cambió", sintetizó la señora.
"El paso de las máquinas, más las lluvias provocaron este hundimiento", especificó señalando la vereda. Entonces, la comuna colocó ladrillos en la escalera para que la pareja pudiera descender hacia la calle "y quedaron en venir a arreglar y hacer una escalinata", lo que nunca se produjo.
"Hemos ido muchas veces a hacer el pedido teniendo que pagar un remis para ir hasta allá, porque mi esposo no puede caminar. Nunca nos dieron una solución", se lamentó.
El parámetro que utiliza para medir el tiempo que llevan esperando es la pileta comunitaria de barrio San Juan Bautista, inaugurada el verano anterior. "Esto viene de antes de su construcción, nos decían que cuando la terminaran, iban a venir. No sé si vinieron a ver y no nos avisaron, o qué, pero nada pasó. En las Pascuas del año pasado vino un señor, que no sé quién es, y me dijo que iban a arreglar tras esa semana, pero acá estamos, esperándolos", declaró.
El desmoronamiento total de la escalera es reciente, pero "estaba todo partido desde hace rato" y ante la falta de arreglos cedió el suelo.
"Hoy tengo miedo de que se me hunda toda la vereda", confió Petrona y aclaró que no le importa "si me tienen que bajar la vereda o no, yo lo que quiero es que me solucionen este problema, que me bajen la escalinata".
Recordó que estaban contentos "cuando iban a hacer la obra de cordón cuneta", pero sus derivaciones cambiaron sus ánimos. "Si no pueden darnos una respuesta, que nos digan. A mí las obras en la costanera y en el centro me gustan, están bien hechas, pero ¿los barrios? Cuando hay mucha agua, hay gente del barrio que no puede sacar el auto por la inundación", añadió.
Juan, por su lado, demandó respuestas rápidas. "Me están haciendo bajar casi un metro para llegar a la calle, con mucha dificultad", recalcó.
Se lo arreglarán. Un vocero del municipio aseguró ayer, ante la consulta de EL DIARIO, que se le reparará la vereda al matrimonio ni bien mejoren las condiciones climáticas.