¡Viernes 13! ¡Ave María purísima! Noche de brujas y espíritus traviesos para inaugurar el Festival de Festivales. El Patrón es como si buscara nuevos desafíos y ya no le alcanzara con desafiar a las amenazas climáticas y a las fuerzas meteorológicas de la naturaleza toda, sino que ahora la emprende contra brujas, hechiceros, vudúes y macumberos e inaugura la fiesta en la mismísima noche en que las fuerzas ocultas, esotéricas, histéricas y numéricas (estas últimas, sobre todo) sueltan amarras.
Esperemos que el chimichurri de los chori, aparte de ajo tenga, en lugar de perejil, ruda macho. Y que entreverados con los fuegos artificiales, cada tanto tiren un sahumerio de incienso, por si las moscas, digo.
¡Viernes 13! Y en la programación ya se insinúa el perfil medio de miedo con regreso de los muertos vivos, porque si uno bien se fija en la grilla de programación, hay un par de tres botines que mamita mía, ya están más allá de todo, y desde ese más allá, vienen a ver si se hacen unos manguitos.
Pero no toquemos más ese vals, porque me mata. Pasemos a dedicar un merecido párrafo a los maestros de ceremonia, un trío que a estas alturas ya es más famoso que Soda Stereo, que Police, que Los Panchos y que Larry, Curly y Moe (léase Los Tres Chiflados). Ellos son: Valeria Lynch, Rony Vargas y el crédito local, el Gringo Borsatto, quienes sin duda reúnen lo mejor de cada uno de los tríos anteriormente mencionados (aquí el lector debe hacer una muy libre interpretación. Le proponemos un juego: corte las palabras soda, stereo, police, panchos, chiflados y una con línea de punto tales términos con los de los animadores, a ver qué sale). Después me escribe a ver qué resultados obtuvo ¿quiere?
No es que ponga en dudas las contrataciones que se han hecho para animar el Festival ¿no?, pero a mí me soplaron que en realidad Valeria Lynch no viene y que, por cachet y medio, será Mario Devalis quien la imite. No es casualidad que el humorista actúe la primera noche. Inclusive a quienes arriesgan que también imitará al Guarany y al Gato Peters, pero esto es algo que, como todo lo demás que se publica en esta página, no ha sido confirmado oficialmente. Sin embargo, es posible, porque está visto que este año el Patrón está haciendo ahorro en muchos sentidos. Si ni siquiera cambiaron el cartel de bienvenida. Usaron el del año pasado y le modificaron el número nada más.
La nota, en materia de programación, este año sin duda será la que ponga la Agrupación Folclórica de Villa María. Se llegó a mis oídos siempre agudos para el chisme, que han preparado un cuadro intitulado, Ausencia y se lo han tomado tan a pecho, tanto los bailarines como el Patrón, que por primera vez en la historia del Festival, el ballet folclórico local no estará sobre el escenario Hernán Figueroa Reyes. ¡Cosa ‘e Mandinga, che!
Lo que no queda claro es si se trata de un número de ballet conceptual o es que no hubo acuerdo en el eterno juego de la oferta y la demanda. Misterios de la danza popular en contrapunto con el show bussines.
Lo que tiene de lindo este Festival es que es apto para todo público y aquellos cardíacos e hipertensos que no puedan sufrir grandes sorpresas están de parabienes con la programación y no corren ningún riesgo de shockearse. ¡Siempre tocan los mismos! El programador parece uno de esos directores técnicos que tienen siempre los mismos 22 jugadores y los van cambiando de puesto para ver si les rinden un poco más. En fin, que hay gusto para todo y, si Gardel cada día canta mejor, ¿por qué Horacio Guarany, por ejemplo, no?
¡Viernes 13! Y se larga el Festival de Festivales... ¡Y que se hagan agua los helados!
¡Viernes 13! Si usted es fácilmente impresionable, absténgase.
Posdata: ¡Ah; casi me olvidaba! Ahora que anda tanta gente por la costanera, si lo llegan a ver al Otto Wester poniendo champas por ahí, con su empresa Planeta Verde, díganle que por favor madure y que devuelva el voto, que ya pasó.