“Todos mis hijos vinieron a esta escuela y actualmente tengo a mi hija, que es la abanderada y que está en el último curso. Además, mi esposa es docente en esta institución”, comenzó diciendo Abel García, de la Cooperadora de Padres de la Escuela José Ingenieros, quien ayer -y desde hace 15 días- está pintando las paredes de la institución.
“El Gobierno manda 650 pesos por año para mantenimiento. Con eso no nos alcanza ni para la lavandina de los baños”, dijo.
Ante esa situación, no duda en convertir a la escuela en el mejor lugar para los chicos. Lo hacen con campañas, pidiendo ayuda, actividades para reunir fondos y animándose a la brocha para dejar las paredes en condiciones.
“A veces duele que seamos cinco los padres de la Cooperadora, cuando hay 1.200 padres en esta comunidad educativa. Pero bueno, no nos queda otra que poner manos a la obra”, agregó.
Mientras termina el aula de primer grado con un fuerte amarillo para alegrar a los chicos que empiezan su escuela primaria, desgrana los proyectos para este año: “Mesas redondas para este grado, un comedor para que los chicos que tienen jornada extendida puedan almorzar en un ambiente preparado para eso y no en el salón, como ahora, arreglos varios para evitar humedad...” y muchas, pero muchas necesidades más que van tratando de resolver a todo pulmón.