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Juan Manuel Gorno

Alumni no tuvo descanso, pero tampoco aflojó las piernas, al contrario. Sacó su actitud de rebelde -esa que le imprimió con creces el técnico Marcelo Bonetto desde su llegada- y anoche se dio el gusto de vencer 2-0 al puntero, Juventud Antoniana de Salta, en una Plaza Ocampo que volvió a mostrar a un pueblo villamariense futbolero, entonado por esta racha positiva.
Tres victorias consecutivas lleva este nuevo equipo luego del arribo del entrenador cordobés. Y no es casualidad.
Suele haber tipos que transmiten una mentalidad ganadora resaltando el ego de cada uno de sus dirigidos. Lo hizo alguna vez Arzubialde y lo ratifica ahora Bonetto, que pidió clasificación y para eso mandó al equipo al frente con un juego vertical y rápido.
Semejante faceta se vio de arranque, cuando el equipo villamariense arrinconó a un rival sin respuestas y, a los cuatro minutos, se puso arriba en el marcador con un gol elaborado por intermedio del recurso siempre válido de la pelota parada: tiro libre desde la izquierda, a media altura, y aparición letal de Carlos Herrera (ausente en el partido anterior por suspensión), quien envió una media vuelta y colocó el balón al segundo palo.
La euforia en las tribunas provocó un entusiasmo rápido que la gente no pudo administrar ante la endiablada forma de juego que propuso el local.
Es que Alumni, lejos de custodiar rápido esa ventaja, siguió con la postura de jugar corto en el medio, provocar el hueco en el adelantamiento de la defensa rival y sacar de inmediato algún pase profundo para la movilidad de sus delanteros.
Así, Juventud Antoniana no tuvo tiempo para acomodarse y monopolizar la pelota, entonces se desordenó por decantación.
Herrera y Alexander Lucero fueron un jeroglífico para la última línea que, desordenada, terminó por derribar a Diego Villagra cuando éste llegó a pisar el área. ¡¡¡Penal!!! Gritó la tribuna. Y el árbitro rosarino, Carlos Boxler, no dudó en sancionar la falta.
El momento especial pasaba por Marcelo Berardo, el arquero tantas veces amado en Alumni tras grandes atajadas desde los doce pasos...Esta vez debía ubicarse en la vereda de enfrente...Esta vez era villano. Pero también Ariel Quiroga tenía su chance única porque debía patear su primer penal desde que llegó al club. ¿El resultado? 2 a 0 para Alumni, con tiro de "Bujía" al palo derecho de un arquero que voló hacia su izquierda.

s Yerros y defensa

Apenas habían pasado 12 minutos del inicio y el 2-0 era un premio que los locales supieron cuidar con fútbol, mientras al equipo de Gustavo Coleoni le costaba disimular su falta de afianzamiento al sistema con línea de cuatro.
Por eso las ocasiones sobre Berardo se repitieron; sin embargo, los delanteros no tuvieron la puntería adecuada para que la victoria se transformara en goleada.
Lucero, en dos veces (una de las cuales fue derribado y el árbitro no le pitó) y Bolatti, en una oportunidad, dilapidaron situaciones mano a mano con el arquero. Y encima luego Herrera se apresuró y disparó al arco cuando la jugada pedía su pase gol para Juan Aimar, quien siempre se mostró claro y participativo.
Los salteños recién reaccionaron sobre el final de la etapa inicial, casi siempre guiados por el brillo de Lucas Godoy, que a veces tendía a opacarse.
El ex fortinero, quien empezó atado por izquierda y luego tuvo que jugar más libre, hizo revolcar a Julio Chiarini con un disparo alejado. Y más tarde Martín Perezlindo también chocó con el arquero, antes que rematara muy alto una ocasión inigualable.
En lo demás, casi siempre los visitantes chocaron contra el muro defensivo que paró la última línea villamariense, con Nahuel Caler como abanderado.
Esto se acentuó en el segundo tiempo, cuando Coleoni volvió a la línea de tres para tener más presencia en el medio. Allí Bonetto contrarrestó con el ingreso de Sebastián Godoy, quien mordió como nunca y se dedicó a jugar rápido.
Previo a esto, el otro Godoy, Lucas, en el equipo contrario, fue el único que inquietó mediante dos tiros libres, uno de los cuales reventó el travesaño.
Sin embargo, a esa altura, Alumni estaba muy bien ubicado, incluso después de la expulsión de Leandro Peñaloza, a quien le cobraron mano y recibió la segunda amarilla.
Con aguante, un delantero "más fresco" para cuidarla arriba (Facundo Basualdo) y un par de situaciones de contragolpe que no se pudieron concretar, Alumni terminó justificando la victoria.
Entonces el impasable Caler, el seguro Chiarini, el voluntarioso Villagra...Todos, incluso los del banco, salieron a cantar con el público para celebrar la rebeldía, esa que nadie esperaba tiempo atrás y ahora, entre tanto ruido, es una realidad elogiable.

El árbitro
El rosarino Carlos Boxler falló en dos jugadas de penal: en el primer tiempo lo bajaron a Lucero y la dejó pasar. Y en el segundo, la mano de Peñaloza pareció dentro del área de Alumni. El segundo asistente, Caro Martínez, se equivocó en un par de posiciones adelantadas que no fueron.

La figura
Nahuel Caler jugó su mejor partido como titular en Alumni. Cortó todo lo que llegó cerca, le puso el pecho a un jugador de jerarquía como Perezlindo y hasta se animó a salvar un gol arrojándose en el momento justo. También se mostró muy bien Juan Marcelo Aimar.

Alumni 2
Juventud 0
Chiarini 7

Yocca 6
Peñaloza 6
Caler 8
Villagra 7

Bolatti 6
Guzmán 6
Quiroga 7
Aimar 7

Lucero 6
Herrera 6

DT: Marcelo Bonetto
Berardo 6

González 5
Peirone 5
Velázquez 5
Baroni 4

Rinaudo 5
Añaños 4
Medina 4
L. Godoy 6

Navarro 4

Perezlindo 5

DT: Gustavo Coleoni
Goles: 4m PT Herrera (A) y 12m ST Quiroga, de penal (A).
Cambios: Inicio ST: Lucas Rodríguez (5) x Velázquez (J) y Basualdo (6) x Lucero (A), 29m ST Díaz x Herrera (A), 38m ST Palavecino x Añaños (J) y 41m ST Vargas x González (J).
Amonestados: Yocca, Villagra, Guzmán, Quiroga y Lucero (A); González y Añaños (J).
Expulsado: 28m ST Peñaloza (A).
Jugado en: Plaza Ocampo.
Arbitro: Carlos Boxler (Rosario).
Público: 3.700 personas, aproximadamente.