La alegría de los vecinos de los barrios Vista Verde y Mariano Moreno por estar autorizados a volver a sus viviendas, tuvo un efecto de inmediato contagio entre los que durante los últimas jornadas sufrieron el impacto de las inundaciones producidas por el desborde del río Ctalamochita.
Precisamente en la víspera, ante la disminución en más de un metro del caudal de agua y el escurrimiento del líquido elemento en las arterias, dio luz verde para que gran parte de los habitantes de los sectores barriales mencionados retornen a sus hogares.
De todos modos, vale aclarar que el regreso a las casas estuvo acotado a la limpieza de las mismas.
La habitabilidad definitiva, según pudo conocer este medio, estará condicionada a la activación de cada uno de los servicios (agua, luz y gas) que hasta ayer estaban cortados en las zonas que fueron invadidas por las aguas.
Con el objetivo de dar el primer paso hacia la normalización de su situación, los vecinos, cumpliendo con las pautas de seguridad establecidas por el comité de crisis pudieron ingresar a sus moradas para iniciar los reacondicionamientos correspondientes.
No obstante las intermitentes lloviznas que se dieron durante buena parte de la jornada, las tareas fueron incesantes.
En tal sentido, el municipio puso a disposición de los vecinos más de 150 pares de botas y guantes y cloro que será utilizado para desinfectar los domicilios afectados por el agua.
Cabe señalar en este punto que los responsables del operativo propusieron enfáticamente a cada uno de los habitantes del lugar (que se los distinguió con pulseras identificatorias) que no accedieran a los terrenos en zapatillas u ojotas.
Las botas de goma, en definitiva, fueron una obligación.
Por otra parte y en cuanto a recaudos de salud, se pudieron observar puestos sanitarios y otros espacios dispuestos para la atención médica de quien lo necesitara.
Es pertinente informar que desde ayer se vacuna contra el tétano en el puesto sanitario ubicado en El Palmar y Lanín de barrio Mariano Moreno y en el CAPS móvil ubicado en Río Limay y ruta nacional Nº 158 de barrio Vista Verde.
Por el lado del control y cuidado de los sectores afectados por el fenómeno, vale recordar que ayer llegaron cuatro camiones unimog que realizarán tareas de patrullaje cuando baje el agua.
Además en la zona se encuentran custodiando más de 25 gendarmes junto a más de 40 efectivos de la Policía provincial.
Consultado sobre el curso de los acontecimientos, el intendente municipal Eduardo Accastello señaló que “trabajamos fuertemente en este momento crítico en el cual la gente quiere retornar a sus casas por ese motivo tomamos todas la medidas de seguridad y salud. El río descendió prácticamente un metro y afortunadamente no tuvimos que lamentar víctimas”.
“Ahora darán inicio los estudios pertinentes de las empresas prestatarias de servicios para saber cuándo pueden restablecerse los suministros de luz, agua y gas. La organización comunitaria de Villa María ha sido excelente y es para destacar que durante cuatro días se ha trabajado incansablemente”, señaló el jefe comunal.
En bajada
Según pudo recabar este matutino, la regulación de la salida de agua desde Piedras Moras se estableció en los 380 metros cúbicos por segundo.
“Entendemos la impaciencia de la gente. Pero esperemos que este descenso se empiece a notar en Villa María y Villa Nueva. Estimamos que durante la crecida se van inundando algunos sectores bajos que después se van descargando, demora y es más lenta la bajada de la crecida”, indicó Edgar Casteló, secretario de Recursos Hídricos de la provincia.