La Junta Municipal de Defensa Civil decidió en las primeras horas de la tarde de ayer evacuar un barrio al este de la ciudad, porque de colapsar la barrera de contención esas viviendas podrían tener más de un metro de agua.
La crecida del río Ctalamochita supera la marca histórica de 1979, cuando todavía no existía el dique nivelador Piedras Moras.
Los habitantes del sector este de la ciudad debieron abandonar a pesar de todos los pesares sus casas. Se trata del cuadrante conformado por las calles Echeverría (al oeste) hasta el final, a la derecha (sur) hasta Eva Perón, Perito Moreno (al este) y a la izquierda el río, o sea Bonifacio Ceballos. Esta zona está ubicada al este de la avenida Ascasubi, más allá del Puente de la Historia, rodeado y sumergido su parque, donde los trabajos por crear terraplenes con maquinarias era ayer todavía incesante.
La evacuación se dio a conocer minutos después de las 16, con un operativo que demandó un vehículo con propaladora, personal de Tránsito del municipio, Ejército y los bomberos.
La gente finalmente accedió a retirarse de sus casas entendiendo la situación. Muchos fueron derivados al centro de evacuados, el salón del club Bell, aunque la mayoría se dirigió de ahí a casa de familiares", explicó Federico Hadelmann, vocero del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Bell Ville.
Cabe mencionar que hasta el mediodía, se alojaban como evacuados unas 30 personas, asistidos por la Junta Municipal de Defensa Civil. Por la tarde ese número se incrementó a unas 50 personas.
Dejaron de medir
Por otra parte, los bomberos habían iniciado las tareas de evacuación e intensificado la prevención en diversos barrios de la ciudad y ya dejaron de medir la crecida, puesto que aseguraron fue superada la marca de la inundación de 1979, cuando el nivel alcanzó los 9,30 metros, siendo su cauce habitual de dos metros.
Los Bomberos Voluntarios locales cuentan con un cuerpo de 70 miembros, a los que se sumaron dotaciones y vehículos (terrestres y de navegación) de los más diversos puntos de la provincia: Etruria, Chazón, Justiniano Posse, Canals, Hernando, Embalse, Almafuerte, Despeñaderos, Villa General Belgrano y Alta Gracia, entre otros.
Terraplenes
La organización de las entidades involucradas en la protección de la ciudadanía aprovechó cada minuto de ventaja que otorga el recorrido del río y conociendo las consecuencias provocadas por las aguas construyó terraplenes en zonas bajas y meandros en sectores donde el cauce amenazaba a viviendas.
Montículos de tierra y arena con lonas, canales derivadores, bloqueo de pasos y bocas de tormenta, tapias de hasta un metro de altura en las puertas de viviendas (también garajes) y comercios, en las dependencias de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el Correo Argentino, Banco Nación. Todo para tratar de evitar el ingreso del agua.
Sin embargo, con el paso de las horas y cada centímetro que crecía el nivel, la obligación fue evacuar y redoblar esfuerzos, en guardia, para que la noche no sorprendiera.
Junta decisiva
La Junta de Defensa Civil concentró las medidas y las decisiones a adoptar. El momento de evacuar fue uno de los puntos que demandó mayor análisis, hasta que al fin se definió evacuar el sector ubicado al este de la avenida Ascasubi, donde el agua filtraba por las barreras de contención y amenazaba desbordar. Mañana, por asueto municipal, no habrá clases.
Sectores afectados y amenazados
En barrio Jardín, un grupo de vecinos contemplaba y se preocupaba frente al terraplén. Unos pibes tomaban fotografías y los más chiquitos jugaban en el agua que se escurría por entre el material de contención. Tres uniformados y un bombero trataban que nadie caminara por arriba del montículo de tierra.
En la esquina de avenida Juan Roldán y Los Fresnos, Sergio Pereyra recuerda la última crecida de similares características. Dijo que hace casi 20 años que vive en ese lugar y "nunca" vio nada parecido. "La del 79 fue menor e hizo más daño. Ahora se nota un gran trabajo de Bomberos... Pero además la ciudad está distinta y el río se comporta distinto", apuntó. En su casa, a una cuadra de la costa "donde había mucha barranca", indicó que levantaron "tapiales en los accesos y subimos todos los muebles, por las dudas". "hay pibes del barrio que trabajaron a la par de bomberos, Defensa Civil y las máquinas de Hidráulica, haciendo los terraplenes. Este era un lugar vulnerable, pero creí que con los diques no volvería a pasar".
En la zona baja de proximidades del puente Sturla, los vecinos de Portal del Río mantenían en funcionamiento una bomba de extracción para bajar el agua que ya se había colado en el sector. En ese sector, como muchos otros, los residentes resistían abandonar sus hogares por temor a saqueos, por lo que adoptaron medidas de seguridad y trabajaban por nivelar las aguas.
El segundo de los puentes, como quien ingresa desde ruta nacional 9 a la ciudad de Bell Ville por avenida Ascasubi, el puente de la Historia, se mostraba rodeado por las aguas y un intenso trabajo de maquinarias ejecutando terraplenes de tierra. Del otro lado de la avenida, el barrio que debió ser evacuado.
Pero al cruzar el paso sobre el ría y adentrarse unas cuadras, los habitantes del barrio IPV (ex-Instituto Provincial de la Vivienda) hacen desembocar una larga manga plástica de una bomba extractora en el cauce del río. Narraron que desde el viernes esas cuadras están afectadas por la crecida, que no llegó a las casas pero tienen todo dispuesto en altura y varias familias se trasladaron a la casa de parientes. La bomba extrae tres millones de litros por hora y fue provista por Bomberos, al igual que el tractor que la hace funcionar.
"Del domingo a lunes subió 50 centímetros. Las aguas quieren volver a su curso y lo que hacemos es ayudarla, acelerar eso para que no se estanque y nos invada nuestras casas", contó uno de los hombres.
Los principales desbordes se manifiestan en dos meandros anterior a la avenida Colón, en la zona de barrio Jardín y en el puente de la Historia. En el medio queda conformado una "U". En los extremos, el desborde aparece inminente.
El tercero de los puntos críticos se halla en el puente Frondizzi, una estructura baja y donde el agua ayer comenzaba a rozar en los extremos, por lo que al frenarse su trayecto, podía comenzar a hacer embalse. Si bien alrededor de los accesos a este paso se construyeron terraplenes, sobre el pavimento, y cubiertos de lonas de silobolsa, se desconoce cuánto podría soportar. Por lo pronto, vecinos de sus alrededores ya habían tomado la decisión de autoevacuarse.
En la zona del centro comercial de Bell Ville también se exhibían barreras de contención en puertas y vidrieras de locales. La Estación Terminal de Omnibus estaba rodeada de agua. El panorama mostraba a una ciudad sitiada por las aguas del río Ctalamochita, que avanzaba sobre Bell Ville con el antecedente de Villa María y Villa Nueva. Si bien se tomaron muchas medidas de prevención, el desenlace es incierto.
Resistían a evacuar
Desde la Junta Municipal de Defensa Civil esgrimieron, y lo replicaron los vecinos, indicaron que "la gente se niega a dejar sus viviendas". Uno de los motivos, primero, fue la incredulidad de que el río pudiera superar las altas barrancas de al menos cinco metros en la mayoría del trayecto por la ciudad. "Recién cuando el Correo y Banco Nación empezaron a tomar medidas, los vecinos se fueron dando cuenta que la mano venía en serio", contó una autoridad local.
El segundo factor fue la inseguridad, el miedo a los saqueos, a los robos, porque "ni bien se enteraron que iban a evacuar, ya se largaron a hacer daño", dijo un bellvillense.
Por último, vale citar a una bombero de Alta Gracia que prestaba ayuda en la ciudad cabecera del Departamento Unión: "Es entendible que no quieran evacuar, pasa que no están acostumbrados, como sí en las localidades de las sierras", consideró en base a su experiencia de origen.
Imágenes:
F1: Las barreras de contención se reforzaban ayer. De ser superadas, varios barrios sufrirían la invasión de agua.
F2: En el puente Frondizzi, el agua rozaba la estructura y el terraplén rodeaba los accesos para tratar de resistir.
F3: El nivel del río, muy por encima de la calle y las casas. Una amenaza.
