Con el placer del deber cumplido, el entrenador de Alumni, Juan Manuel Ramos, contó que vivió a full el período de incertidumbre y lucha por la permanencia, a la vez que recalcó que su continuidad en el club dependerá de los dirigentes.

Horas después de arribar a la ciudad con el plantel, proveniente de Tres Algarrobos, donde el equipo cayó goleado y, no obstante, zafó del descenso, Ramos habló en FM Sport y sostuvo que el objetivo se logró “por los jugadores”.

“Más allá de la última derrota, voy a justificar a mis jugadores por todo lo que han pasado esta última semana y por todo lo que se bancaron en todo este tiempo. Estos jugadores no se fueron, se quedaron, le pusieron el pecho a Alumni y lo salvaron”, afirmó el “Negro”.

De esta manera, el técnico mostró humildad cuando muchos elogios cayeron sobre él por haber conseguido algo que parecía una misión imposible.

“Alumni estaba complicadísimo cuando llegué, pero soy una persona que vivo para el fútbol y me tenía una fe bárbara”, comentó, para luego revelar: “No dormí en tres meses”.

“Di vueltas y vueltas, preocupado a veces porque Tres Algarrobos ganaba y se escapaba o porque se me lesionaban jugadores, pero siempre le tuve fe al equipo”, afirmó. 

“Jugué un campeonato contra cuatro equipos, los que estábamos involucrados en el descenso, y en esa tabla, terminamos primeros”, destacó más tarde.

En cuanto a las falencias, Ramos indicó: “Faltaron más jugadores”. 

“Si no se me hubiesen ido los cinco jugadores en enero quizás ganábamos los dos partidos que perdimos porque eran accesibles, más allá del 5 a 1 con Tres Algarrobos, porque a este partido tuvimos un equipo disminuido físicamente y con muchas lesiones”, puntualizó.

“Después hay elementos que faltan en todos los clubes y siempre hay otras cosas que me las llevó conmigo porque uno tampoco es alguien de andar diciendo cosas y no hablarlas con la gente que tengo que hablarlas”, aseveró.

Sobre su continuidad, Ramos dijo: “No depende de mí, sino de los directivos”, mientras a la radio llegaban mensajes de hinchas en apoyo a su trabajo.

“Tenía la palabra del presidente (Sergio Hidalgo) hasta el domingo, que fue el último partido de los seis. Ahora ellos dirán o harán una evaluación si les conviene que siga Ramos o no”, agregó.

Después reflexionó: “La gente del fútbol se cree que los entrenadores no son seres humanos, que no tenemos gente atrás nuestro que sufre, llora, se sienten mal… Es la vida de los técnicos, uno no sabe ni cuándo te llaman o te dicen que te vayas”.

“Es así. Cuando el presidente me fue a buscar, yo ni sabía que iba a ir; en ese momento vi a un hombre preocupado, que me decía ‘usted es capaz de salvar a Alumni del descenso’, y le contesté que estaba capacitado para hacerlo porque siempre, cuando me tocó estar en situaciones como estás, salimos adelante, tanto como entrenador como jugador. Pero repito, acá es todo mérito de los jugadores porque entendieron el mensaje”, insistió.

“Uno vino a exigirles tanto a ellos como a los directivos y a mí no me falló ninguna de las dos partes. Los jugadores pusieron todo y, desde que estoy, la dirigencia algo les pagaba al plantel; no puedo quejarme”, añadió.

Por último, dijo que para quedarse, él necesitará dirigir a un equipo protagonista. Y consultado sobre si podría dirigir en la liga, fue muy claro: “Siempre he trabajado con los equipos de la liga, toda mi vida trabajé con Racing y Juniors en la Liga Cordobesa, y fui campeón; aparte con Racing, en un año y medio superamos tres categorías y ascendimos a la B Nacional, donde terminamos cuartos. Y con todos jugadores del club como (Víctor) López, Maximiliano Salas, Urbani, entre otros”, completó.