El fiscal Gustavo Zucchiatti dispuso ayer la prisión preventiva de un expolicía al que se lo investiga como único imputado por la desaparición de Mariela Bortot (foto), vecina de la localidad de Inriville, quien es buscada desde el 25 de enero cuando fue vista por última vez.
Zucchiatti, fiscal de Instrucción de la ciudad de Corral del Busto, decretó la medida procesal que alcanza a Jorge Orellano (58) por la presunta comisión del delito de “privación ilegítima de la libertad calificada” en perjuicio de Bortot (40).
“Luego de una serie de consideraciones, el fiscal dispuso la prisión preventiva del presunto autor. Era una etapa procesal que se debía cumplir”, aseguró a la prensa el abogado de la familia de la desaparecida, Horacio Baleani, que actúa como querellante.
En el mismo sentido, el letrado manifestó que “esta etapa debía ser cumplida, porque el fiscal debía expedirse sobre la libertad o sobre la detención del imputado, cosa que decidió” en función de los “elementos recabados hasta el momento”.
“Ahora será cuestión de continuar con la investigación, que seguirá su curso. Ahora viene la etapa de la producción de la prueba, pero podremos hacerlo ya con la prisión preventiva del (único) imputado y presunto autor”, expresó el abogado.
Si bien aún no se conocieron detalles sobre la resolución, trascendió que el fiscal tuvo en cuenta los elementos recabados, fundamentalmente por la Policía Científica, respecto del auto que empleaba Orellano para cumplir sus funciones como guardia de seguridad privada.
El expolicía, único imputado en la causa, trabajaba como jefe de seguridad del campo del intendente de Inriville, Marcos Rodrigué, quien es productor sojero y que estaba de viaje por Estados Unidos cuando Bortot despareció.
Tras la detención de Orellano, la Policía Científica comenzó un peritaje de su arma y del auto que utilizaba para desarrollar sus tareas de vigilancia, un Peugeot 206 de color gris, propiedad de Rodrigué.
Según testimonios de vecinos recogidos durante la pesquisa y que fueron incluidos en el expediente, el expolicía estaba presuntamente enamorado de la mujer y le enviaba mensajes de texto a uno de sus celulares, pero el amor no habría sido correspondido.
Durante los últimos días, los investigadores descubrieron pelos de color rubio en dos asientos del auto que usaba Orellano, los que ahora serán sometidos a pericias de ADN, para determinar si coincide con el perfil genético de Bortot.
Por su parte, el Gobierno cordobés ofreció el viernes 100.000 pesos a quien brinde información sobre el paradero de Bortot, por quien sus familiares y vecinos han realizado numerosas marchas, desde enero, para reclamar justicia.
La administración a cargo José Manuel de la Sota precisó que la información deberá ser aportada al fiscal Zucchiatti, que interviene en el caso, al tiempo que fue habilitada una línea de teléfono 0800, de la Dirección General de Investigaciones Criminales, para recibir información.
La decisión de recompensar a quien aporte información fue comunicada a los familiares de la mujer, que fueron recibidos el viernes en el Centro Cívico del Bicentenario por los ministros Walter Saieg y Daniel Passerini y por el jefe de la Policía, Julio Suárez.
Bortot, separada y madre de dos hijas adolescentes, salió a caminar por las afueras de Inriville, como lo hacía todos los sábados, alrededor de las 18, y desapareció sin dejar rastros, pese a que es buscada intensamente desde entonces.