Con siete décadas en su espalda y 52 años con la música, Sergio Lamas regresó a Villa María luego de un tiempo, para desandar toda su experiencia del cancionero romántico y popular.
De niño la maestra ya le decía a sus padres que afinaba bastante bien. Es así que a los 17 años pisó por primera vez un escenario con Los Sander’s, grupo de música que supo conocerse en la provincia por aquellos famosos bailables organizados por José González denominado “Ronda Juvenil”, teloneros de muchos del “Club del Clan” y “Los Iracundos”.
Continuando su carrera y decididamente abocado a la música, estuvo siete años haciendo voz y bajo con “Heraldo Bosio” y por los años 70 integró “Los Seims”, para seguir con la rutina de los covers, y en el año 1978 se lanzó como solista.
Y la particularidad es ésta, y es que fue el primero en cantar con pista, en esa época con grabador Sony de cinta abierta y luego pionero en usar el primer micrófono inalámbrico, aunque esto es en la faz técnica, pero en el desarrollo musical aporta un concepto muy importante: “No se trata de cantar, sino de interpretar, conocer la canción y contar la historia viviéndola”. Reconoce como un referente en este estilo a Abel Pintos, aunque sus preferidos son Nino Bravo, Sandro y José Luis Perales.
Con pinta de “rock star” sesentista, este Elvis, también zapatero y taxista, batió récords, cantando siete horas seguidas siendo número central en la confitería Carlos Paz de la ciudad homónima.
En la década del 90 nuestra ciudad tuvo la oportunidad de conocer su show y durante una década compartió sus canciones con nuestro vecinos.
Hoy lo recibimos frecuentemente por nuestro suelo. Una enfermedad grave lo tuvo a maltraer, pero el hombre resucitó y nos dice: “Luego de este mal trago tomo la vida de otra forma, con más tranquilidad y reflexión sobre lo que es importante”. En síntesis, una vida regada de canciones, pionero en entretener a la gente en comedores, bares y fiestas privadas, un hombre que vive a su manera.