Hablando como ciudadano de Villa Nueva y no desde su función judicial, el fiscal Francisco Márquez consideró ayer que el río Ctalamochita deberá dragarse, propuso diversas obras y remarcó que la tragedia que golpea a las dos localidades en estos días (por la histórica crecida del río) debe servir para llevar a cabo propuestas que eviten la reiteración del desastre.
Como es de conocimiento público, Márquez vive desde hace varios años con su familia en el villanovense Villa Oeste, el sector más castigado por el aumento del nivel del curso de agua. El funcionario tuvo que dejar la residencia y ahora habita en una casa de Villa María. En la víspera afirmó que no dejará de trabajar en ningún momento, se mostró tranquilo y de buen humor y contestó preguntas en su despacho de Tribunales. En este contexto, se refirió a las conjeturas por la invasión de propiedades a la línea de ribera y también advirtió que el Estado no ha hecho nada en obras públicas luego de la creación del Piedras Moras.
-¿Qué consideraciones realiza ante este fenómeno?
- Indudablemente es un hecho, podríamos decir, de Dios, salvo que aparte pensemos que alguna responsabilidad también tenemos los dirigentes y ciudadanos de la provincia. Desde que se inauguró el dique Piedras Moras, poco antes de la reinstauración de la democracia, nada se hizo en materia de riego, de canales, de dragados que pudieran evitar que la tragedia tenga las dimensiones que tiene.
Quiero dar mis más sincero agradecimiento al intendente Guillermo Cavagnero, que ha estado trabajando duramente para tratar de facilitar que el agua salga de barrio Villa Oeste y no entre a la ciudad de Villa Nueva, para lo cual ha tenido el coraje de romper una calle (o ruta, porque son competencia concurrente como calle de la localidad y como ruta provincial 2) como lo hiciera el intendente Carlos Zanotti en 1984. Hay gente malintencionada que le echa la culpa al partido gobernante: en el 84 era de otro signo y la tragedia fue igual.
Y espero que el Gobierno nacional, provincial o municipal tomen noticia de la tragedia. El corte de ruta 2 ha implicado la probable inundación de cerca de un millón de hectáreas. Eso se evitaría con un bypass que vaya desde avenida Las Camelias (la entrada a Villa Oeste) hacia Agua Clara y a los 300 metros de esa avenida se haga un desvío hacia el río Ctalamochita, cosa que el agua siga por el río y no que amenace con inundar la ciudad.
Esto implica una expropiación de 10 metros por 300 metros y una pavimentación de esos diez metros por 300. Espero que uno de los tres poderes dicte un decreto de expropiación de tres hectáreas. Solucionaría definitivamente el problema.
El agua de Villa Oeste va después al resto de la localidad, por eso esto implicaría hacer obras análogas en el resto de la cuenca entre Río Tercero y Villa Nueva, y son trabajos de infraestructura de 80 Ó 100 mil pesos. No es monto al lado del daño que cada uno de los vecinos hemos sufrido.
La gente de Vista Verde no se hubiera inundado si se dragara el río.
- Funcionarios de Hidráulica sostienen que si se draga el río se acelera su velocidad.
- Eso se soluciona con un azud nivelador a la altura del puente Andino.
La diferencia entre ser un mero comisario ilustrado y ser vecino que piensa en el futuro, es que de la crisis hay que sacar creatividad.
Si esta oportunidad no sirve para nada más que discutir y dar versiones falaces en charla de cafetín, estamos perdiendo la oportunidad de ganar futuro. Es una vergüenza que los taludes de ferrocarril que hicieron los ingleses hace 100 años hayan estado mejor hecho que lo que los argentinos hacemos para cuidar nuestra propia casa.
Ortega y Gasset dijo que ‘argentinos’ es una palabra con cuyas letras se escribe ignorantes: no le podemos dar la razón. También dijo “argentinos a las cosas”. Bueno, cordobeses a las cosas, bajemos el nivel de los ríos, hagamos canales.
- ¿El municipio, entonces, ha estado a la altura de las circunstancias?
- El intendente Cavagnero sí y yo hablo sólo por el intendente de mi ciudad. Trabajó denodadamente para que el agua saliera lo más rápido posible del barrio, ya que no podía evitar que ingresara y entrara a la ciudad. Lo felicito.
- La semana pasada, usted hizo declaraciones radiales en la que no cuestionó la concreción de terraplenes en la zona de Villa María, porque lo consideró legítimo en tal circunstancia, pero dejó trascender cierto malestar hacia esos movimientos de tierra. ¿Es así?
- Entiendo que todo el mundo tiene el legítimo derecho de defenderse. Lo que dije es que toda esa defensa era contra el río. Y que si tenía resultado, yo iba a tener un metro y medio adentro de mi casa. Cuando se demolió la vieja sociedad italiana para construir el Hotel Howard Jhonson se tiraban los bloques de cemento en frente de mi casa (en orilla villamariense) y se hizo un talud que empujaba el agua hacia mi vivienda. Si daba resultado, hubiese arrasado mi hogar. El agua, sin embargo, ha socializado el daño y lamentablemente lo estamos compartiéndolo todos.
- Se conoce que a todo Villa Oeste el fenómeno lo afectó sobremanera. ¿A qué altura llegó el río en el interior de las viviendas?
- Depende de la altura de los terrenos. En mi casa llegó a 3,60 metros sobre el lecho del río (lo que implica 40 centímetros en el interior). En este contexto, el agua iba desde ruta 2 a avenida El Palmar (de barrio Mariano Moreno de Villa María), son tres kilómetros de ancho. Ha pasado un embalse y medio por nosotros. La buena noticia es que en un momento arriba del vertedero de Embalse pasaba 1,60 y hoy 0,25 metro.
- Cuando tuvo que dictaminar sobre la venta de la Plaza Ocampo, valoró la preservación de casi toda la costanera pese a que éste no es un río navegable. ¿Entonces no está prohibido construir al lado del río?
- No cabe duda de que si el intendente (Miguel) Veglia primero y (Eduardo) Accastello después hicieron en Vista Verde un talud para proteger la ciudad, se desvió el curso de agua en contra de Villa Oeste, un barrio más antiguo. Derivó en un río más angosto y el agua sube para los ribereños. ¿Quiénes son los propietarios de la ribera? El artículo 2.639 del Código Civil no les es aplicable a los ribereños.
Este no es un río navegable, no hay camino de sirga (ver recuadro), el río te da y te quita. Yo estoy obligado para defenderme, actuar de la misma forma, y así entraríamos en una lucha de vecinos en la que rige el ‘sálvese quien puede’. Así, los vecinos de Villa Nueva debemos hacer un talud como el que hizo Veglia y Accastello. Es un absurdo. Acá hay que dragar el río, no hay que pelearse con los vecinos.
El río tiene 8 metros de arena, hay que bajarlo dos metros.
- ¿De esa manera, el Ctalamochita sería hondo?
- No. No queda el río profundo sino el cauce y se tendrá que caminar dos metros más para llegar al agua. Si uno va a calle Entre Ríos de Villa María se encuentra con que el agua no desborda, porque el puente de las compuertas hace de retén de los sedimentos que viene desde las sierras. De ahí en más sale dragado naturalmente, por eso tiene la profundidad que tiene el puente de compuertas. Por eso el río es el desguace de la ciudad y no las calles. Por eso tenemos que ir río arriba a la altura del Andino a hacer un azud nivelador para que no se acelere, no arrastre sedimentos demás pero dragando río abajo.
- Los ecologistas están en contra del dragado.
- La diferencia de nivel que hay entre el Andino y el Balneario es de aproximadamente 20 metros. El Balneario nos salvó de que el agua fuera a barrio Parque, al Santa Ana, porque produjo el retén de sedimento, dejó dragado ese desagüe. Hay que dragar el río. Si los ecologistas tienen razón o no, no lo sé, pero que sea entre el puente Andino y Río Tercero. Al pasar por la ciudad tiene que ser un cauce profundo en donde los bañistas tengan que hacer dos metros más para llegar al agua, después el agua tiene 40 centímetros lo mismo. El problema es a qué profundidad está el cauce, que hoy se halla a la altura de calles de Vista Verde.
- La DIPAS realiza operativos contra la invasión de la línea de ribera. No queda claro qué es lo correcto.
- Primero, está el orden constitucional: la Constitución Nacional, luego el Código Civil y luego las leyes provinciales. Por ejemplo, la Constitución de Provincia dice que la vivienda es inembargable, pero el Código Civil dice que es embargable y tiene más jerarquía. Este artículo del Civil tiene jerarquía, está por encima de disposiciones de DIPAS. DIPAS dice que uno no puede construir en la línea de ribera. Bajo ese presupuesto no se podría haber hecho el talud que hicieron Veglia y Accastello.
- Las viviendas de Villa Oeste que están en la costa, ¿no han invadido esa línea?
- No. La línea de ribera es el espacio que cubre el río en las crecientes regulares. Es lo que crece en un año normal.
Márquez fue tajante en sus últimas respuestas. “Mi padre me enseñó que un poeta español escribió: maldigo la poesía concebida como un lujo cultural de neutrales, maldigo la poesía del que no toma partido, partido hasta mancharse. Hay que dejar de hablar en el café y agarrar la pala”, expresó.
Agradeció a Bomberos de Villa Nueva, por evacuar a su familia; al Ejército, que lo llevó a su casa en un camión unimog y especialmente a la Policía de la Provincia, que “bajo sol o lluvia está cuidando que no haya pícaros que aprovechen la tragedia para el pillaje”.
“Cuando digo que agradezco a la Policía, es porque personalmente pedí a la Policía de Pampayasta, a la de Río Tercero, a la de Almafuerte que me informe el nivel de crecida para trasladar esos datos a intendentes. Los policías, además de comerse el sol y la lluvia cuidando los bienes, dio esos datos”, remarcó.
Qué es el camino de sirga
“El camino de sirga” es un viejo concepto que un juez federal bonaerense recuperó de un viejo artículo del Código Civil (que establece que deben quedar liberados los 35 metros que existen desde el talud del río) para avanzar primero en la limpieza de las orillas y luego del curso de agua. Las sirgas eran las sogas que se usaban para arrastrar a los barcos río arriba. Y “el camino de sirga” era el espacio de las márgenes que se necesitaba para que las carretas tiradas con bueyes pudieran empujar esas sogas.
El artículo 2.639 del Código Civil “no es aplicable” en la ciudad, indicó el fiscal Márquez. Ese apartado establece que los propietarios lindantes con el río tienen que dejar ese camino público de 35 metros de ancho hasta la orilla del mismo. Y que no pueden efectuar construcciones sobre la misma.
En cambio “sí rigen” los artículos 2.572, 2.573 y 2.574 del mismo cuerpo, según citó el entrevistado. Estos refieren que al no ser navegable, el ribereño es dueño de lo que el río deja o quita.
Diego Bengoa
Fotos: Roberto Zayas
Fotografías: 1) “Es una vergüenza que los taludes de ferrocarril que hicieron los ingleses hace 100 años hayan estado mejor hecho que lo que los argentinos hacemos para cuidar nuestra casa”
2) “Este no es un río navegable, entonces no hay camino de sirga”, aseguró