A los 46 años, por cumplir este año 47 y con mi profesión de viajante, creí que prácticamente nada me podría sorprender. Hasta hoy a la mañana que leí la carta de lectores en su prestigioso diario. En realidad, lo que primero me sorprendió fue ver una carta que no estuviera firmada ni con su número de documento, que tan sólo se identificara con su nombre de pila. Lo que siguió después fue realmente un desconcierto. 

Nací el 5 de diciembre de 1967, a 70 metros del Cristo Redentor sobre avenida General Roca. El puente negro en mi infancia todavía tenía rieles y el barrio Santa Ana era sólo campo abandonado.
Pasaron muchas crecidas del río en mi retina. Todavía recuerdo como ayer las sirenas de los bomberos en la temporada de verano, de 10 a 14 ahogados por año. Lo pueden verificar muy fácil en sus archivos. Cada año una creciente, lo primero que se inundaba era la bajada Entre Ríos, por eso los que tenemos más de 40 la llamamos así la “bajada”.
Después todo el barrio porque hasta la calle San Luis donde hoy está la estación de servicios, bajaba hasta las vías, tomaba lo que después sería el Santa Ana hasta la Fábrica Militar, del barrio Parque hasta arriba lo que iba a ser el Palermo, Mariano Moreno y Vista Verde, por entonces “Quintas”. Cuántas veces el agua llegó hasta el Palace Hotel. Claro, los que no son de aquí no lo pueden recordar.
En fin, quiero decir que he visto más de 20 crecientes y en ninguna -y que quede claro-  “ninguna” el agua salió primero en otro lugar que no sea la bajada Entre Ríos, hoy casi sin agua. La misma corría por las calles y a lo sumo subía alguna vereda, ningún evacuado.
Hoy miro las noticias a nivel nacional y digo: cómo puede ser que Bell Ville tenga más prensa que Villa María. Es muy simple, esa ciudad se inundó casi por completo mientras que aquí lo hizo un sólo barrio.
El intendente de allá no hizo distinción de vecinos y solamente hubo 134 evacuados, lo que da un promedio de cuatro integrantes por vivienda y unas 35 casas aquí en Vista Verde, son unas 400 viviendas con unos 1.200 autoevacuados.
Quería decirle a Gustavo (autor de la carta) que si el intendente con botas, que instaba a los vecinos a evacuar, no hubiese hecho un día antes los terraplenes que hicieron de defensa a los demás barrios nombrados, su Violeta aún estaría seca.
Si al menos, como en Bell Ville, nos hubieran avisado 24 horas antes y a las 4.30 de la mañana, Violeta seguiría seca. En fin, en 46 años, digamos 36 desde tengo buena memoria, han pasado cuántos intendentes.
Eso se lo dejo a algún erudito, lo que sí sé es que ninguno sacrificó a un barrio para salvar a otro.
Señor intendente, ¿nosotros no sumamos votos? Sólo sé que pasará a la historia por sacrificar un barrio y no salvar a Violeta.
 

Fabián Luis González

DNI 18.584.565