Escribe Pablo Luna Broggi

 

Alumni alcanzó ayer su primera victoria en el Torneo Apertura de la Liga Villamariense de Fútbol, con goles convertidos en el segundo tiempo, y abrió la felicidad de la tercera fecha del certamen, bajo un sol radiante que embelleció la tarde en la cancha de Argentino.

Alumni, que curiosamente aún no jugó en su propia cancha, se presentaba ante su gente luego de una dura derrota ante Sportivo Playosa. Sin embargo, se habían visto en aquel cotejo ciertas intenciones interesantes de buen juego por parte del “Fortinero”. Y esto volvió a reflejarse en el partido de ayer, pero con una goleada a favor para los de Gustavo Miranda.

En tanto, el “Patriota” no pudo reflejar lo hecho ante Rivadavia y terminó partido con una dura derrota y muchas dudas.

El primer tiempo fue un auténtico “bodrio”. Ningún conjunto fue capaz de generar buenas alternativas, siquiera para llevar peligro al arco contrario. Lo único sobresaliente de la primera etapa fue la infantil expulsión de Olmedo, que tras una innecesaria patada a un rival, dejó a su equipo con un jugador menos a los 35 minutos del primer tiempo. Esta situación sería clave, porque cambiaría drásticamente el transcurso del complemento.

En los segundos 45 minutos se vio a un Alumni totalmente consciente de su superioridad numérica, lo cual lo envalentonó a ir en busca de la victoria con más confianza.

Para ello, Miranda decidió poner al Nicolás Del Sole para que aprovechara con su velocidad y atrevimiento el posible cansancio de los jugadores visitantes.

Al minuto, avisó Federico Depetris con un cabezazo que contuvo Maggi, y en la siguiente jugada Colombo estrelló un remate en el ángulo izquierdo.

Sin embargo, el ex-Lanús tendría su revancha a los 6 minutos, cuando empujó el balón hacia el fondo de la red tras un excelente desborde de Nicolás Rey.

Luego del primer gol fortinero, 9 de Julio reaccionó y López tuvo dos chances seguidas para empardar el tanteador, pero en la primera ocasión Nicolás Oro contuvo el remate, y en la segunda jugada se demoró en patear y el balón fue despejado por la defensa albirroja. Luego fue Sorasio, quien a los 20 minutos desperdició la última aproximación del Patriota al arco fortinero.

El visitante, al jugar con un jugador menos y en la cancha más grande de la ciudad, fue sintiendo el cansancio con el correr de los minutos y esto hizo que el conjunto de Pablo Suárez fuera replegándose defensivamente y cediéndole el balón al local.

Esto lo aprovechó Alumni, porque lo estaba esperando. Miranda había leído bien el partido y sabía que esto iba a pasar. Es así que a los 33 minutos, Mayco Ardissino estrelló un potente remate en el palo y un minuto más tarde, Rodríguez cortó con falta y dentro del área una interesante jugada de Federico Depetris y el árbitro cobró penal. Facundo Depetris, el encargado de patear desde los 12 pasos, le cedió el disparo a su hermano, y el 9 estiró una ventaja insalvable para los de Pasco.

El partido estaba terminado, porque 9 de Julio no reaccionaba. Los jugadores “Patriotas” no podían darse el lujo de descontar. Estaban más ocupados y preocupados por los movimientos Nicolás Rey, Joaquín González y del “Sapito” Del Sole que volvían locos a los defensores, escapándose por donde querían y cuando querían. 

David Ramírez transformó un triunfo en una goleada con un exquisito y delicado tiro libre, que clavó al ángulo demostrando su nivel de categoría superior.

Alumni ganó porque se dio cuenta a tiempo de que podía. 9 de Julio lo perdió porque quiso.

 

La figura