Eran las 22.30 y la noche ya se mostraba a sus anchas, con estrellas en el firmamento y una pléyade de fuegos artificiales a punto de estallar. Antes, había actuado la academia Flor del Ceibo dirigida por Germán Macía, acompañada desde el foso, por la Orquesta Estable del Festival dirigida por Raúl "Kuki" Soria. El elenco instrumental aportó la base rítmica a los estilos interpretados por los cuadros de baile: las piezas folclóricas "El huamaqueño", "Chacarera del rancho" y "Kilómetro 11", y el cierre con la "Suite troileana", de Astor Piazzolla, todas con sus correspondientes imágenes alusivas en las pantallas de los costados.
Hubo allí un momento para que la animadora Valeria Lynch tomara contacto directo con "su" público para cantar "Piensa en mi".

Rojas, mejillas rojas

Pero el inicio, propiamente dicho, estuvo a cargo de ese fenómeno de multitudes llamado Jorge Rojas. Cuando su cabellera, su barba y la guitarra abrigada a su camisa, salió a escena, el público literalmente rugió. Carteles de diferentes puntos de la provincia, junto a otros de Santa Fe y Santiago del Estero se pigmentaban en la audiencia. Junto a su banda completa, comenzó su set combinado y casi sin aliento con "Alas de libertad", "Marca borrada", "Lágrimas negras" y "La yapa" (de su rescate "nochero"), entre otras. Su show aportó lucidez (sus cuadros de malambo), entusiasmo y puesta coreográfica, con una pareja de baile en escena.
Rojas, luego de una hora y media de espectáculo dejó el espacio al humorista Mario Devalis, en su primera intervención de las tres de la noche (más tarde subiría a escena como la japonesa Miki y El Rey León). Pero luego el ex Nochero volvería junto a Soledad para el momento más esperado de la velada: el homenaje al Potro, don Horacio Guarany (quien ha cumplido 60 años de trayectoria), en su anhelada vuelta a nuestro Festival luego de más de un lustro. Se recordaba que el gran cantautor popular actuó en dicho escenario cuando estaba en listas negras durante la dictadura militar.
Luego subió el gran Mario Devalis, el hombre de Colazo, que desde la Centro saltó para hacer "centro" en el corazón de los cordobeses, primero, y del resto del país luego, desde Cadena 3. Hizo toda su galería de personajes en diferentes apariciones.
Al cierre de esta edición se esperaba la actuación de La Sole (quien tenía programado 50 minutos de escena), Los Soñadores y Peteco Carabajal, para el cierre a pura chacarera.

Antes que se encendieran las cámaras...

Antes que los perezozos canales de televisión encendieran sus luces rojas y sus técnicos dijeran "aire", pasaron otras cosas en el escenario...
Las pocas nubes que aparecían en el horizonte a la tarde, se disiparon rápidamente horas antes del comienzo del espectáculo. No vaya a ser cosa que la noche inaugural no tuviese ese característico "clima de Festival".
Puntualísima arrancó la grilla de programación peñera a las 21 con Miguel Borsatto preguntándose si debía decir "Buenas tardes o buenas noches". El primer artista en subir a escena fue el ignoto Andy Rao, el treintañero solista de pop melódico amparado por el reconocido productor Coco Martos.

Chico Novarro y su vínculo con la ciudad

A las 21.15, todavía con el sol azotando el adornado escenario Hernán Figueroa Reyes, salió a escena Chico Novarro, ese preciso compositor de boleros y de hits pasatistas. En su primera incursión dentro de un festival, el veterano y prolífico artista (tiene en su haber más de 700 temas) arremetió -tras pequeños desperfectos de sonido- con los clásicos, "Cómo.." (editada por Luis Miguel), "Un sombrero de paja" y la inoxidable "Nosotros", junto a la blonda cantante Vicky Buchino, hija del maestro y creador del "Club del Clan" Víctor Buchino.
De sus antiguos colegas del mítico programa rememoró en sorna a Micky Jones ("se casó siete veces con su misma camisa hawaiana"), Johny Tedesco ("quien ahora vende los pulóveres de aquella época).
Pero el guiño al público local fue el recuerdo de su compañero, el villamariense Raúl Bonetto, con quien formó Los Novarros, empezando su gira por esta ciudad. "Por su estatura él terminó siendo el Largo y yo el Chico", añadió.

APOSTILLAS
Por TV I. En la siesta de ayer, Horacio Lucero, el productor de Musicalísimo Producciones realizó un móvil especial para el programa Estudio País por Canal 7, desde el mismo escenario del Festival.

Por TV II. La televisación del Festival de Festivales dejó muchísimo que desear. Las llamadas y los mensajes de texto se "agolpaban" en las redacciones. La fiesta mayor de la ciudad comenzó puntualmente en Canal 10 de Córdoba, pero con una calidad de imagen deplorable "como en los tiempos en que el hombre llegó a la Luna", graficó alguien sin exagerar. En Canal 7, la Peña mayor del país tuvo que esperar que terminaran de transmitir otro Festival, el de Calafate. En consecuencia, las imágenes de la fiesta villamariense fueron diferidas: en el escenario ya cantaba Jorge Rojas y en la pantalla bailaba el ballet que abría la fiesta. Esto mismo podía verse en la señal local, Canal 9, que había prometido imágenes propias.

Anotadores. El municipio local repartió a los periodistas un anotador (con la Zamba de Villa María escrita detrás) y una lapicera con motivos festivaleros.

Sin PCs. En la carpa de prensa, los cronistas acreditados rogaban por una computadora de más. De las cinco máquinas habituales, se redujo a sólo dos. Aunque nobleza obliga, había servicio de wi fi.