A casi un año de desatado el conflicto entre el campo y el Gobierno, todavía lo más difícil de resolver es el diálogo. La presidenta alude al sector y los ruralistas responden con señales. De hablar directamente, todavía nada.
Eso fue lo que ocurrió el jueves, cuando en la reunión de la Mesa de Enlace escucharon por televisión a la presidenta de la Nación y resolvieron esperar antes de convocar a un paro agropecuario.
En esencia, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo que los que más tienen deben ser solidarios con los pobres estructurales que existen en el país, en indirecta alusión al campo.
“Nosotros escuchamos las medias verdades que dijo y decidimos que por una semana no íbamos a convocar medidas de fuerza. Veremos qué se decide el viernes 20 en Leones en función de la apertura que haya para dialogar”, dijo Néstor Roulet, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
“Dijo medias verdades porque por un lado, reconoció la existencia de pobres, algo que coincidimos plenamente. Lo que no dijo, son las razones para que en Argentina haya menos pobres”, argumentó.
En ese sentido, Roulet indicó que el campo “además de los impuestos comunes que pagan todos los argentinos, aportó al país el año pasado 70 mil millones de pesos. Con eso, se pueden hacer 50 mil escuelas, 20 mil hospitales y varios miles de puentes como el de Tartagal. Por eso queremos reunirnos con la presidenta para preguntarle qué hizo con esos 70 mil millones y recordarle que a la pobreza no la generó el campo”, indicó.
Así es que en un clima de relativa calma, los ruralistas se reunirán en el marco de la Fiesta Nacional del Trigo, en Leones.
En primer lugar está programada la reunión habitual de la Mesa de Enlace.
Luego, habrá un cónclave con productores que se concentren ese día en la capital del trigo.
“Si hay diálogo, no tendremos problemas en seguir conversando para encontrar soluciones que salven a nuestros pueblos del interior. Caso contrario, definiremos en Leones una medida de fuerza concreta”, concluyó Roulet.