Sin duda que uno de los principales atractivos que tiene el Anfiteatro es la posibilidad de que la alternancia entre grupos o artistas sobre el escenario sea casi inmediata gracias al uso del plato giratorio existente en el lugar.
De todos modos, parece que el dispositivo por el que se invirtieron varios millones de pesos, tuvo un tiempo muy corto de vida útil (menos de un año) y exigió otro desembolso millonario de divisas para ser reparado.
Lo que sucedió con el escenario móvil es precisamente lo que quieren conocer los vocales del Tribunal de Cuentas, José Naselli y Gustavo Maristany, autores de un pedido de explicación que fue remitido ayer al intendente Eduardo Accastello.
Vale recordar que la remodelación total del escenario tuvo un costo de más de seis millones de pesos mientras que los cambios en todo el “Anfi” rondaron los nueve millones.
En la nota enviada al mandatario comunal, Naselli y Maristany, que luego de la edición del Festival de Peñas concretada en 2013, el municipio subcontrató a través del Ente Intermunicipal de Desarrollo Regional (Eninder) una serie de trabajos entre los que se destacaba “una orden de compra de servicios mecánicos, referida a mano de obra y provisión de materiales para reparación del escenario móvil, que incluía el arreglo del sistema de rodillos del escenario giratorio y su puesta en funcionamiento”.
“Dichas reparaciones se habrían llevado a cabo con anterioridad a la edición 2014 del Festival”, indicaron los vocales.
Alimentando las sospechas de los referentes de la oposición en el Tribunal de Cuentas, el secretario de Obras Públicas, Rodolfo Bergamasco, dijo pocos días antes del evento festivalero que “la mayoría de los grupos convocados cuenta con su propia escenografía y montaje, por lo cual no se utilizaría el plato giratorio, aunque está a disposición”.
Lo cierto es que al tan promocionado artilugio no se lo pudo ver en acción.
Como primera consulta al titular del Ejecutivo, los tribunos pretenden saber “cuál fue el sistema de adquisición de la maquinaria correspondiente al escenario móvil. Datos del adjudicatario del sistema. Si se trataba de maquinaria nueva o usada, de fabricación nacional o producto de importación. Precio abonado. Origen de los fondos para la adquisición y garantías de fabricación y/o funcionamiento”.
Otra de las preguntas formuladas tiene que ver con los “gastos complementarios de instalación y funcionamiento. Si la maquinaria incluía el ‘piso’ del artefacto, o si fue menester colocar un piso adicional”.
Otro interrogante planteado fue “si la función de giro se ha cumplido y se cumple con normalidad, o si está afectada la misma. Razones por las cuales el sistema de rodillos debió ser sometido a reparaciones y su resultado. Costo de las mismas”.
Para concluir, Naselli y Maristany subrayaron que “los fondos destinados al escenario móvil provienen de las arcas del municipio, que los mismos fueron girados al Eninder bajo la responsabilidad personal del intendente, que ejerce en forma concomitante y simultánea la presidencia del ente, y que según su inverosímil criterio, dicha entidad sería una ‘…extensión de nuestro propio Estado Municipal… (‘sic’ de nota remitida por usted al ministro Julio De Vido en 2009)”.
Características especiales
Como características del piso del escenario es digno mencionar que tiene una superficie, aproximadamente, doble a la del anterior espacio y cuenta en su centro con una plataforma giratoria de doce metros de diámetro, que permite acortar los tiempos entre un número y otro, ya que detrás de un tabique montado en el plato giratorio, mientras transcurre un show, se puede armar el instrumental requerido para el número artístico siguiente.
El frente del escenario tiene un ancho de 30 metros, un alto de 7,5 metros y un fondo de 17 metros.
Todo el piso del escenario está elevado a 1,7 metro de su altura definitiva, que será modificada meses después, cuando se construyan los nuevos vestuarios.
La plataforma, propulsada por un motor de 3 HP, gira 180 grados en uno y otro sentido, en un tiempo aproximado a los 20 segundos.
Para montar el nuevo escenario se agregaron 120 mil kilogramos, es decir, un 15% más de estructura metálica al ya robusto techo del Anfiteatro.
Esto permite soportar hasta 15 toneladas de material lumínico.
Las paredes internas del escenario se aislaron térmica y acústicamente.
En el lado externo, para atenuar el impacto visual ambiental, se colocó una gigantografía en blanco y negro con imágenes de un bosque.