El agua que se acumula en las calles y en los caminos rurales impide, entre otras cosas, la salida de los chicos que deben asistir a instituciones educativas en Villa María y la entrada de los camiones que -también todos los días- buscan la producción de los tambos de la zona.
Esa es la situación del paraje Santa Rosa y Las Cuatro Esquinas, que reciben el caudal de agua que se ha enviado por calle Buenos Aires luego de la histórica crecida del río Ctalamochita. Sin embargo, Héctor Hubelli y Carlos Rubiano, presidente y vicepresidente, respectivamente, del Consorcio Caminero del paraje, aseguraron que “desde 2009 estamos reclamando por la situación”, ya que además de esta situación excepcional de la crecida, otro problema recurrente es cuando el agua que se acumula es producto de lluvias intensas o frecuentes que se registran. “Los caminos quedan anegados totalmente y eso significa pérdidas importantes para los productores. Es una zona muy productiva, tanto en lechería como en hacienda y en producción de granos”, resaltó Rubiano.
Los reclamos
En el transcurso de los cinco años, en los cuales vienen trabajando para encontrarle una solución al problema, han realizado reclamos ante Vialidad provincial, la Municipalidad de Villa María y en la próxima semana concretarán la presentación oficial de una carpeta que muestra fotos, reclamos de vecinos y de las instituciones educativas ante la Dirección Provincial de Agua y Saneamiento (DIPAS).
“De la Municipalidad la respuesta que hemos obtenido es que comenzarían a trabajar para solucionar esta cuestión, pero hasta el momento no hemos tenido ninguna novedad”, comentó Hubelli.
Asimismo, Rubiano sostuvo que “nosotros entendemos que el agua en Villa María, ante la crecida, debe correr hacia algún lado, pero también buscamos que el impacto en los vecinos y productores del paraje sean menores”.
En este sentido, Rubiano apuntó a la obra de canalización del arroyo Pampa Coche, anunciado por la Municipalidad en el año 2003 y que atravesaría las localidades de Cintra, Morrison, Ballesteros y Ana Zumarán, hasta llegar hasta la calle Buenos Aires de Villa María, mejorando el tema del anegamiento de caminos en casi 80 mil hectáreas de zonas rurales.
“Sin embargo, nosotros no vemos ninguna obra que mejore la cuestión de la acumulación de agua”, sostuvo Rubiano.
“No queremos pelearnos con nadie”
Entre las presentaciones de reclamos recibidas por el Consorcio la mayoría de ellas proviene desde los establecimientos educativos, que padecen esta situación tanto a nivel institucional como personal ya que se dificulta la llegada a las instituciones.
“La situación es complicada y comprendemos que existe una emergencia en cuanto a canalización. Por eso no queremos pelear con nadie, sino encontrar una solución eficiente para nuestros vecinos”, sintetizó Rubiano.