En marzo de 2009 dejó la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes Gustavo Piva, renunciando así a ejercer el sacerdocio. Fue por “motivos personales”. En abril de ese año, el por entonces obispo José Rovai concurrió al templo de calle Intendente Peña 475 y comunicó la noticia.
La iglesia de barrio Ameghino pasó a ser administrada pastoralmente por Gustavo Gatto, hasta que en junio de 2009 asumió como párroco del lugar el presbítero Gustavo Romero, quien venía de Pozo del Molle. Esa novedad se había conocido en mayo de ese año.
Durante el casi lustro que estuvo en el Ameghino, Romero cultivó un bajo perfil y tuvo escasos contactos con la prensa, a diferencia de su antecesor, quien solía reunir a los periodistas a desayunar para anunciar las cenas parroquiales en el Club Ameghino.
Como anécdota quedó lo que declaró en abril de 2011: ante versiones de “apariciones de fantasmas” en un hipermercado local, dijo que “puede ser cierto” porque esos hechos existen.
Cinco años después de la salida de Piva, nuevamente hay cambios en la conducción del templo que popularizó en los años 80 el recordado Hugo Salvato.