Desde hace algunas semanas la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes tiene nuevo párroco. Así, el padre Gustavo Romero, quien administraba eclesiásticamente el templo católico de barrio Florentino Ameghino, fue trasladado a la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, de Río Tercero.
En su lugar ahora está el sacerdote Sebastián Luna, quien vino del Seminario Jesús Buen Pastor, de Río Cuarto, donde por algunos años fue formador de futuros sacerdotes.
Los cambios fueron decididos por el obispo de la Diócesis de Villa María, Samuel Jofré Giraudo, según confirmó a EL DIARIO una alta fuente del Obispado.
No fueron las únicas modificaciones que se dieron en los últimos días en el territorio dirigido por el purpurado. Ahora, Arroyo Cabral tiene un párroco fijo.
Se trata del obispo emérito Juan Horacio Suárez, quien estaba en la Diócesis de Gregorio de Laferrere -provincia de Buenos Aires- y que al finalizar su tarea pastoral en aquella zona se vino a vivir a la localidad vecina a Villa María.
El domingo pasado, fue nombrado párroco del templo San José de esa localidad en la misa de la mañana que fue presidida por monseñor Jofré.
Hasta entonces, ese templo era atendido por el padre Francisco Iglesias, de Sagrada Familia de barrio Mariano Moreno de esta ciudad, quien ahora ve descomprimida en algo sus múltiples actividades pastorales.
Suárez es villanovense y en diciembre de 2011 el Concejo Deliberante de esa población lo nombró "embajador", al resaltar que siempre estuvo presente en la localidad pese a desempeñarse en otro lado.