Las “Hípicas” cuentan desde esta temporada con nuevo entrenador, Maximiliano Bravo, una apuesta para seguir creciendo de la Subcomisión de Hockey sobre Césped que integran Alejandro Prato, María de la Paz González Deibe, Alejandra Colinas, Viviana Winter y Soledad Maqueda, como principales referentes. 

El grupo de entrenadores se completa con “Tuta” Torres, Sofía Terzoni y Romina Ruidavets  y con Augusto Alonso como Coordinador y Asesor.

A una semana de la iniciación del Torneo Oficial de Damas B2, EL DIARIO dialogó con Maximiliano Bravo, el flamante entrenador “Verde”.

Has comenzado una nueva etapa en el club ¿Qué expectativas tenés?

“Principalmente están puestas en conseguir una ideología de juego. Nuestros objetivos hoy no pasan por los resultados. Queremos lograr una identidad como equipo y tener una unidad de juego. Por ahí, cambiar algunos conceptos, para así, a largo plazo poner como objetivo resultados.

Con lo de la ideología de juego pretendo que los equipos tengan una táctica definida, por ahí es difícil corregir a las jugadoras más grandes técnicamente, enseñarle cosas que ya aprendió antes o modificar su conducta. Para ellas es más difícil lograr que sumen nuevas técnicas, por lo que se trabaja más en lo táctico. El hockey femenino tiene muchos defectos en la parte táctica y dependen mucho de los conceptos del entrenador. La idea es transmitir una idea más táctica que técnica. Con las juveniles sí, planteamos trabajar más lo técnico para que en un futuro sumar otros conceptos técnicos.

Sos un técnico joven pero con experiencia en otros equipos.

“Sí, soy un técnico joven. Tengo 25 años, pero desde los 18 que soy entrenador. Siempre dirigí categorías superiores, estuve como ayudante en el Jockey “A” de la ciudad de Córdoba. Luego estuve en otra línea del Jockey y posteriormente en un equipo de juveniles. Siempre en el mismo equipo. Este es mi primer año que salgo de ese perímetro”.

¿Es todo un desafío, entonces, llegar a un equipo que tiene pocos años en la actividad, que busca crecer y está en una división menor?

“Exactamente, es todo un desafío, más que nada por ahí porque acá tengo mucha más participación.  Es mayor mi responsabilidad y por eso es diferente”.

¿Con qué te encontraste al llegar a tu nuevo club?

“La verdad que me parece que las jugadoras tienen buenos recursos, me parece que los dirigentes tienen muchas ganas de trabajar, que es la base para que en un futuro podamos tener mayores logros.

Es muy importante, más allá del entrenador o de la calidad que pueda transmitir, por ahí sí la base de la responsabilidad de las jugadoras, su compromiso, que no son solamente las 11 que entran a la cancha, un club no son sólo las que ingresan entre las 11, tienen que haber una subcomisión, padres, y sobre todo el compromiso de las jugadoras más grandes de entrenar. Es todo una cadena, si las más grandes entrenan, las de abajo ven ese compromiso, imitan esas acciones, y en el futuro van a hacer eso, más allá de lo que pase por el juego. Lo principal es identificarse con el club, identificarse con la camiseta”.

¿Cómo se trabajó en la pretemporada?

“Fueron casi dos meses de trabajo. En enero las chicas comenzaron con planes físicos. En la parte técnica arrancamos el 4 de febrero. Tuvimos un mes entrenando muy bien. Al principio conociéndonos y creo que a esta altura, luego de un mes, hemos logrado bastante. Trabajamos tres turnos por semana: martes, jueves y sábados”. 

¿En el torneo de la B2 se suman nuevos equipos?

“Sí.  La modalidad es que todos los equipos que incorporan juveniles se suman al torneo B2. Es la tercera categoría en Córdoba. Es una línea muy competitiva y pareja, donde el último puede ganarle al primero. Son resultados ajustados. Hay dos o tres equipos que hacen la diferencia y el resto es muy parejo. Entiendo que se agregan equipo por lo que se suman más fechas y más viajes”.