Escribe Gaspar Bachanini

La soleada tarde cabralense del día de ayer, como así también la buena cantidad de gente que se acercó al estadio del Sport Club Colón, fueron testigos de la diferencia de jerarquía que se vio plasmada a lo largo de los 90 minutos.

El “Alumnito” echó a volar ese diminutivo y actuó en un gran nivel en cada una de sus líneas, para sepultar aún más, a este débil Colón que sigue sin encontrar el rumbo ni el sentido de su juego.

Es cierto que varios de los apellidos que conformaron la planilla visitante tienen roce con una categoría superior y el aspecto físico es tan importante como bien trabajado en el equipo de Miranda. Sin embargo, el local no hizo nada como para oponerse al fútbol total que mostró su rival y fue vapuleado en su propia cancha como hace mucho tiempo no sucedía.

También es verdad que el recambio del conjunto ahora dirigido por Martín Conti no jerarquizó en absoluto al plantel ni se acercó a remplazar los nombres del último torneo con respecto a éste. No obstante, tampoco la actitud que solía mostrar en las malas el elenco “Rojinegro” se hizo presente en la jornada del domingo.

Desde el comienzo mismo del juego, las barajas fueron repartidas según el material de cada uno y esto fue algo que no se modificó en ningún pasaje del encuentro. La sociedad conformada por Colombo, Godoy y Ramírez fue demasiado para un mediocampo de Colón que nunca supo encontrarle la solución.

Además, el buen trabajo de Federico Depetris en los últimos metros de la cancha le permitió a su equipo adelantarse y ubicarse a gusto en terreno rival. Para, a partir de aquí, lastimar cuando se lo dispusiera ya sea por las bandas o por el centro del campo. Un claro ejemplo fue el primer gol. Sebastián Godoy ingresó por el medio y después de una gran pared con Ardissino quedó pie a mano con Tisera, a quien eludió con un gran movimiento para tocar suave al gol y poner la merecida ventaja en el marcador antes de irse al vestuario.

El descanso en el local era tan importante como el replanteo de ideas, sin embargo, el intento de Conti de hacer reaccionar a sus dirigidos se fue al diablo en el minuto seis. Es que Federico Depetris se anticipó de buena manera a su marcador y a la salida de una buena ejecución de Colombo estampó el dos a cero enmudeciendo a un estadio que paradójicamente decía todo con el silencio.

Si la situación era difícil para el local, se profundizó cuando la experiencia de Cardona no fue tal ante Salort y el histórico marcador de punta le cometió una falta infantil dentro del área. De la pena máxima se encargó Federico Depetris y a través de un potente remate al medio del arco la cambió por gol.

De esta manera, el 3 a 0 fue un resultado que encajó a la perfección según lo mostrado por cada uno. Evidenciando el gran aporte que le otorgan a Alumni jugadores como Godoy, Ramírez o Colombo y acrecentando una crisis en Colón a la cual su gente estaba desacostumbrada.

 

La figura