La ruta 9 se cobró una nueva víctima en la madrugada de ayer en James Craik y por la noche fue escenario de un espectacular triple choque en el que salvaron milagrosamente su vida todos los pasajeros de un colectivo de larga distancia, los choferes del mismo micro y dos camioneros. 

 

Madrugada fatal en James Craik

 

Un hombre de 63 años murió ayer al chocar contra la parte trasera de un camión en horas de la madrugada en James Craik. 

Se trata de José Alberto Comba, nativo de Carrilobo pero afincado desde hacía muchos años en el barrio Trinitarios de Villa María. 

Por causas que no fueron difundidas por la Policía y que son motivo de una investigación, Comba, quien viajaba solo de regreso a la ciudad, al volante de un Renault Mégane, chocó contra un camión y perdió la vida en el acto como consecuencia de las graves heridas sufridas.

El fatal accidente tuvo lugar en la intersección de la ruta nacional 9 y la provincial 10 que conduce a Villa del Rosario, más precisamente en un semáforo que hay en esa esquina. El camionero, que no sufrió lesiones a causa del choque, es oriundo de Oliva.

 

Milagrosa noche en Tío Pujio

 

En tanto, alrededor de las 21 de anoche, en el acceso norte de Tío Pujio (a la altura del kilómetro 584 aproximadamente), justo donde hay un paso a nivel a mano izquierda (si nos ubicamos con sentido sur-norte), medio centenar de personas salvó milagrosamente su vida en un triple choque protagonizado por un colectivo de la empresa Sierras de Córdoba y dos camiones cisterna. 

Sólo tres personas resultaron con lesiones de menor importancia y fueron trasladadas al Hospital Regional Pasteur por unidades de Bomberos de Tío Pujio y la Municipalidad de esa localidad. 

Una joven quedó atrapada dentro del colectivo y los bomberos trabajaron arduamente para rescatarla, pero se encontraba bien cuando la sacaron. 

No obstante, la conmoción era total. “Se salvaron porque Dios lo quiso”, comentó un bombero que trabajaba en el lugar.  

Uno de los camioneros permanecía aún en el escenario del siniestro cuando llegó EL DIARIO, pero no quiso hablar con la prensa, ya que estaba aún shockeado por lo que había vivido momentos  antes.

Todo pasó en cuestión de segundos. 

Un efectivo del Destacamento policial de Tío Pujio narró: “Los dos camiones venían con sentido norte-sur (es decir, desde Córdoba hacia Tío Pujio) y el colectivo iba desde Villa María hacia Córdoba. Uno de los camiones llevaba suero; el otro, leche. El colectivo iba lleno de pasajeros. 

El camión que transportaba leche puso el guiño para doblar a su derecha y cruzar el paso a nivel. En ese momento, el otro rodado de  gran porte, que venía justo detrás, se quedó sin frenos. El chofer, al ver que venía de frente el colectivo, se tiró hacia la banquina izquierda.

Ante esta situación, el colectivero, para esquivarlo, buscó su izquierda, obligando así al primer camión (que iba a doblar), a tirarse a la banquina, donde terminó tumbando”, dijo el uniformado. 

En el lugar, reinaba la oscuridad más absoluta. Sólo las luces de los móviles policiales y de las unidades del Cuerpo de Bomberos permitían ver apenas las chapas retorcidas, las partes de los vehículos fuera de su lugar, los vidrios rotos, los camiones tumbados, interrumpiendo completamente el tránsito. 

Realmente, al ver los vehículos, se podía pensar que por milagro los protagonistas del accidente están vivos.