Un técnico electricista domiciliado en Villa Nueva, que además dijo ser pastor evangélico, fue condenado ayer a tres años de prisión de ejecución condicional, luego de ser hallado culpable de haberle propinado una brutal golpiza a quien era su esposa.
Se trata de Nelson Omar Cornejo, de 47 años de edad (10 de diciembre de 1966), quien al cabo de un juicio oral y público fue declarado autor responsable de “lesiones graves, calificadas por el vínculo”, en perjuicio de Stella Marys Galdeano, de 53
Como carecía de antecedentes penales, Cornejo pudo acceder a una pena en suspenso y continuará en libertad, aunque la Justicia le impuso una serie de reglas de conducta que deberá cumplir puntillosamente para evitar ir a la cárcel, entre ellas la de abstenerse de tener cualquier tipo de contacto con Galdeano.
El violento episodio que lo llevó a tener que sentarse en el banquillo de los acusados por primera vez en su vida se produjo alrededor de las 7.30 de la mañana del 28 de mayo de 2011, en el interior de la vivienda que por entonces la pareja ocupaba en La Rioja 861, en la vecina ciudad.
Luego de una acalorada discusión, Cornejo golpeó violentamente a su esposa, a tal punto que le quebró dos costillas. Asimismo, una de las fracturas le provocó la perforación del intestino, motivo por el cual dos días después del hecho Galdeano sufrió una infección y debió ser intervenida quirúrgicamente en el Hospital Regional Pasteur, donde incluso debió permanecer internada seis días en la Unidad de Terapia Intensiva.
A poco de iniciada la audiencia de debate, y tras la lectura de la pieza acusatoria, el pastor evangélico accedió a declarar y negó haber golpeado a su ahora exesposa.
En tanto, y al comparecer en la sala de la Cámara del Crimen local, Galdeano relató los hechos tal como los había denunciado el mismo día del hecho ante la Policía y posteriormente en sede judicial, por lo que ratificó haber sido agredida por Cornejo.
Las declaraciones encontradas motivaron la realización de un careo entre ambos, aunque los dos se mantuvieron en sus dichos.
Sin embargo, a la hora de los alegatos, el fiscal Francisco Márquez consideró que había elementos de prueba suficientes como para condenar al agresor, por lo cual pidió una condena de tres años de prisión (el artículo 92 del Código Penal establece una pena de tres a 10 años para las “lesiones graves”), postura a la que finalmente accedió el presidente del tribunal, René Gandarillas.
De la audiencia de debate también participó la asesora letrada Silvina Muñoz (ejerció la defensa de Cornejo), mientras que el secretario actuante fue Roberto Jue.