En tiempos de figuras mediáticas devenidas en animadoras infantiles (y de dudosa idoneidad por cierto), la sola presencia de un colectivo musical de probada trayectoria a nivel nacional e internacional compensa el panorama de espectáculos para niños.
A 15 días de haber finalizado su última gira por América Latina, el grupo Pro Música de Rosario presentó ayer en el Teatro Verdi, y por primera vez en nuestra ciudad, su nuevo concierto didáctico musical titulado “Zoo Nando”, en estreno absoluto.
El evento, organizado por la Fundación Antonio Sobral, contó con una entrada gratuita aunque, vale decir, dirigida a los alumnos del jardín Antonio Sobral, la Escuela Víctor Mercante y el centro educativo Sobral de Villa Nueva.
En las dos funciones ofrecidas (a las 11 y a las 14.30), el conjunto desarrolló su variado repertorio (que vinculó musicalidades de nuestro continente y de Africa, por ejemplo), hilvanado por el recitado del cuento “El casamiento de Dianela y el Ciempiés”.
La impronta instrumental, obviamente, resultó uno de los mayores atractivos para el público menudo. Entre cuerdas, vientos y percusión, presentaron uno por uno a las bombardas, las violas da gamba, las flautas dulces, los tambores y las panderetas, entre otros.
En el extremo derecho del escenario se encontraba, como fiel testimonio de la institución creada en 1969, Susana Imbern, la esposa del fundador Cristián Hernández Larguía.Los pequeños asistentes, aún los más dispersos, se entusiasmaban con nuevas canciones y con algunas que fueron cantadas por sus propios papis cuando niños como “Prohibido estacionar”, divertimento musical sobre las normas de tránsito.