Catorce cartas dejaron ayer en nuestra Redacción las dueñas de la Guardería "La Vaquita Soñadora", escritas por padres, exdocentes o exalumnos que resaltan la tarea y el trato recibido por sus hijos en el establecimiento.
Como se conoce, el martes un grupo de madres y padres irá a Tribunales para solicitarle al fiscal de turno que investigue si hubo maltrato a niños y niñas en este lugar, asesorados por el abogado Rubén Caneparo.
Como contracara, ayer, Rosa Elva Antonelli y su hija Nerina Róbalo, propietarias de la institución, acudieron a EL DIARIO con las cartas de adhesión. Nerina había pedido, el jueves, que concurramos el viernes al establecimiento porque un grupo de papás quería dar apoyo a la entidad, pero luego lo suspendieron y, en su lugar, decidieron recoger escritos firmados por distintas personas. Rosa Antonelli dijo, por su lado, que además de las que trajo a esta Redacción, tiene decenas de misivas de respaldo a su tarea. Y consideró "injusta" la situación "por la que estamos pasando".
Lo que sigue es un extracto de cada una de las cartas:
Romina Bertello: "Mi experiencia ha sido siempre la mejor. Mis dos nenas fueron allí desde el año de edad y nunca tuve problemas, de ningún tipo. Ellas recuerdan a la guardería con alegría".
Silvana Albornoz: "Presté servicio en el jardín hace unos años durante un año y medio sintiéndome muy cómoda (...), di referencias de esta guardería a papás porque realmente pude observar que la contención, el aprendizaje y los valores que les brindaban a los niños eran excelentes".
Sonia Gallardo: "Fui una de las primeras maestras en trabajar allí (...), jamás tuve un problema, son personas de bien, cálidas y súper cariñosas con los niños, mi experiencia fue satisfactoria y no tengo más que palabras de agradecimiento porque crecí como seño en este jardín".
Jacqueline Caruso: "Llevé a mi hijo un año, deposité allí lo más preciado que tengo, nunca tuve problemas, aprendió muchísimo y les estoy muy agradecida por el cariño, la diversión y la educación que le dieron".
Virginia Gagliesi: "Les agradezco la dedicación y el cariño que día a día le brindaron a mi hija durante más de 3 años, enseñándole e incentivándola con diferentes actividades (...). Jamás hemos tenido inconvenientes, al contrario, mi hija volvía contenta y al día de hoy me pide pasar por el jardín a saludar a sus seños que tanto amor le dieron. Al que me pregunta, le recomiendo este jardín".
Daniel Finelli: "Nuestros hijos se han quedado contentos y al momento de retirarlos lo hacen con una sonrisa".
Gabriela Mussi: Contó que su hijo Federico asistió desde sus 10 meses hasta los 4 años (1991-1994) y por la grata experiencia eligió el establecimiento para sus otros hijos. "Cuando un niño desde el primer día demuestra estar feliz y uno lo retira y ellos están contentos y quieren volver, es la máxima prueba que un papá puede tener de que su hijo está bien atendido".
Patricia Ledesma: "Soy mamá de tres varones, mellizos que hoy tienen 22 y otro de 21 (...). El cariño, la alegría, la dulzura de la seño Moni (la dueña), Pauli y Sonia quedaron en los mejores recuerdos de mis hijos y como mamá tengo sólo palabras de agradecimientos. Comprendo a los papás que tienen dudas y creo que deben investigar objetivamente la situación (...). Todo el apoyo de mi familia para aquellas seños que fueron un poquito mamás de mis hijos".
Federico Prato: "Tengo 23 años, soy exalumno y puedo afirmar y recordar los buenos momentos que experimenté en los primeros años de mi vida y que la marcaron felizmente (...). Las seños Moni y Paulina nos brindaban cariño, nos cuidaban, nos sacaban a pasear, nos peleábamos por sentarnos al lado de la seño (...). Quiero agradecer hoy por todo esto".
Laura Fuente: "Mis hijas van con alegría y confianza, nunca han llorado por quedarse ni nada, al contrario, cuando llegamos entran corriendo y se olvidan de mí, ni un beso me dan, así que no creo en lo que dicen".
Las dueñas dejaron otras cartas del mismo tenor, con expresiones de cariño y de apoyo hacia la institución.