Escribe: Diego Pellegrini 

 

Su andar sigue siendo sólido, parejo y deslumbrante. Claramente es el mejor equipo del momento, porque además del título del pasado campeonato, lo demuestra domingo tras domingo, en cada presentación.

Y ayer, una vez más paseó todo su repertorio por un reducto difícil, complicado, donde pocos son los que salen airosos de allí.

Este es Atlético Ticino, el equipo de los Coria, Carranza, Bértola, Bianchi y compañía, el que ayer venció a Rivadavia por 1 a 0, obteniendo una importante ventaja en la Zona A, en la cima del grupo.

Otra vez, el conjunto de Germán Vicario se queda con este mano a mano, que se ha transformado en un clásico de estos tiempos que corren. Con momentos de buen fútbol, con otros de no tanto, Ticino impone su ritmo y manda en la Liga Villamariense.

Toda la bronca del lado de Rivadavia, el derrotado, porque la correcta expulsión de Matías Rojas cambió el “chip” del encuentro y le terminó dando una ventaja demasiado importante a un gran rival. Ticino no perdonó y esto inclinó la balanza para el lado de los “albirrojos”.

Antes de este punto clave, el cotejo comenzó a desarrollarse dentro de una marcada paridad, con Atlético tomando el trono del partido en el primer cuarto de hora. Ahí se veía a Emanuel Coria marcando la diferencia en cada intervención, conectando al resto del equipo cuando atacaban.

Un disparo de Diego Marín y una “cachetada” de Waldemar Carranza, que tapó brillantemente Marcelo Berardo, demostraban que el visitante estaba mejor en el inicio.

Pero con el correr de los minutos, Rivadavia empezó a mejorar, manejando la pelota, haciendo que su rival deba retrasarse para esperar los embates del “Verde”.

Con las grandes apariciones de Guillermo Arce recostado por la derecha, el local encontraba una grieta que generaba preocupación en el ticinense. Un disparo “tibio” de Feliciano Barrera, un cabezazo de Gustavo Cerutti, que salió muy cerca, y un “frentazo” de Arce, eran una clara muestra que el local había mejorado.

Pero llegaría la jugada antes mencionada, la roja a Matías Rojas dejó endeble a Rivadavia y fortaleció a su contrincante.

Porque Atlético terminó manejando la pelota en la primera etapa, con chance clara de Coria que tapó el uno rival y continuó con la misma tónica en el inicio del complemento. 

En este inicio del segundo período, el visitante encontró la ventaja en la red. Fue luego de un disparo en el palo de Marín. La jugada continuó, Gonzalo Bértola tomó la pelota y remató de larga distancia, colocando el 1 a 0. Claro que tuvo la “ayuda” de Berardo que, encandilado por el sol, nunca pudo observar la trayectoria del balón y la misma terminó dentro del arco.

Golpe duro para el local y envión anímico para el visitante, que desde ese momento comenzó a desplegar un fútbol de alto nivel.

Porque con “Coria conducción”, Ticino manejó la pelota, extendió todo su repertorio y solo falló en la definición. Allí, Berardo tapó varias de gol, un par de veces a Carranza, otra a Manzanares y sobre el final el palo le dijo que no a Waldemar Carranza.

Pero Rivadavia creció en los últimos quince, con la roja a Elías Acosta pudo adelantarse unos metros, para soñar con el empate. Pero en la única, de tiro libre lo tuvo Richard Echegaray, y la volada de Diego Fantino evitó el festejo cabralense, en la última pelota.

Ganó Atlético finalmente, otra vez festejó en la cancha del “Verde” sumando su quinta victoria en cinco presentaciones, para ser más punteros que nunca. El campeón sigue siendo el mejor y ayer lo dejó por sentado. 

 

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