En coincidencia con el Mes de la Mujer y el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, es pertinente reconocer en Gloria Susana Figueroa a la última luchadora cuyos restos se hallaron 38 años después de su secuestro, desaparición y asesinato
Gloria Susana Figueroa fue la última mujer identificada entre los miles de desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.
Así lo informó la Asociación de Ex-Presos Políticos de Santiago del Estero el 26 de febrero pasado a través de un comunicado que firma su presidente, Raúl Figueroa Nieva, precisamente hermano de la víctima del terrorismo de Estado.
Un día antes (el 25 de febrero último) el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó los resultados de los análisis genéticos realizados sobre los restos óseos, que horas después la Justicia Federal de Tucumán entregó a la familia para su definitiva inhumación.
El secuestro
Gloria y su hermano Miguel Angel fueron secuestrados en Tucumán el 22 de junio de 1976, es decir, 91 días después del golpe cívico-militar que implantó el estado de terror en todo el país.
La joven, que por entonces tenía 22 años (hoy tendría 60), estudiaba Derecho y vivía en un departamento en la calle Piedras de la ciudad “Cuna de la Independencia” junto a tres compañeras.
En tanto, su hermano Miguel, de 24 años, estudiaba Ciencias Económicas y trabajaba en Aguas y Energía, a la vez que residía en un departamento situado en calle Entre Ríos 384 junto a otros dos estudiantes santiagueños.
Los restos de Gloria fueron los últimos que se encontraron en el interior del Pozo de Vargas, en la provincia de Tucumán, donde se supone que existen más cadáveres de detenidos-desaparecidos, muchos de ellos santiagueños.
Gloria Susana y Miguel Angel Figueroa, los hermanos santiagueños detenidos-desaparecidos durante 1976. En febrero pasado se confirmó que uno de los tantos restos hallados en el Pozo de Vargas (Tucumán) corresponden a la joven, una mujer que hoy tendría 60 años de vida, pero que el terrorismo de Estado la cegó a los 22