La gimnasia mental o neuróbica, que implica la resolución de ciertos ejercicios o la realización de actividades que rompen con la rutina para activar zonas cerebrales "poco usadas" o "dormidas", es aconsejable para personas de todas las edades, sostuvieron especialistas.
"Existe el prejuicio de pensar que la gimnasia mental es sólo necesaria para los adultos mayores; sin embargo, si bien el cerebro va envejeciendo como todos los órganos, esta actividad es beneficiosa a toda edad porque activa funciones cerebrales dormidas o poco usadas", sostuvo el psicólogo Alberto Sabella.
Sabella, especialista voluntario de la Red Sanar, detalló que la gimnasia mental consiste en "ejercicios especiales para el cerebro que tienen por objetivo estimular los cinco sentidos, obligándonos a prestar más atención a las acciones que llevamos a cabo a diario, lo cual mejora nuestro poder de atención y memoria".
"Lo primordial es trabajar sobre la creación de nuevos esquemas de pensamiento y sobre la estimulación de las funciones intelectuales superiores: lenguaje, percepción, praxias, gnosias, atención y memoria", sostuvo.
El especialista detalló que el neurobiólogo norteamericano Lawrence Katz, uno de los precursores de la teoría de la gimnasia mental, señalaba que "igual que el cuerpo necesita ejercicios para desarrollarse en forma plena y equilibrada, la mente también necesita de entrenamiento y estimulación: atención, concentración, técnicas de memoria, agilidad mental, etcétera".
En la dimensión práctica, las técnicas de pensamiento y las habilidades instrumentales se entrenan de diversas formas, pero para Sabella "las más efectivas son aquellas que se enfocan desde lo recreativo, lo lúdico y lo entretenido; por ello, el sentido del humor y la diversión mejoran los resultados".
Por su parte, la especialista en producción de pasatiempos Andrea Zablotsky, quien junto a una psicóloga realiza talleres de gimnasia mental desde hace más de seis años, sostuvo que "durante los encuentros proponemos juegos de palabras, de memoria, anagramas, pero también planteamos situaciones que hay que resolver en forma no convencional para desarrollar el pensamiento lateral".
"También hay ejercicios que indicamos para que las personas realicen en su vida cotidiana que tienen que ver con romper con las rutinas o con cosas que se realizan mecánicamente", indicó.
Al detallar esas actividades que se pueden realizar en la vida cotidiana, ambos especialistas mencionaron como ejemplo la utilización de la mano no hábil para utilizar el "mouse" de la computadora o cepillarse los dientes, cambiar el recorrido para llegar al trabajo o cambiar objetos de lugar.
"Todas estas acciones se hacen mecánicamente, entonces al alterarlas requieren un mínimo de actividad del cerebro. Esta ejercitación vuelve a la mente más veloz cuando se presentan problemas", sostuvo Zablotsky.
Finalmente, Sabella añadió que "concebimos una gimnasia mental no sólo para ser más inteligentes o para conservar aptitudes mentales, sino para ser más inteligentemente felices, donde la emocionalidad y el desenvolvimiento social constituyen aspectos importantísimos que complementan el concepto de inteligencia".
"En este sentido, podemos hablar de una filosofía de la gimnasia mental. Se trata de servirse de lo racional, germinar en lo intelectual y lanzarse a lo emocional", concluyó.