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Horacio Guarany |
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¡Qué noche, señoras y señores, la primera noche del Festival de Festivales ¡No faltó nada! A todo folclore, con los íconos de la música nativa sobre el escenario Hernán Figueroa Reyes, nos vamos yendo con la música a otra parte en “honrosa retirada”, como dijo el propio gringo Borsatto, confirmando que el Patrón no se hará más cargo de la organización del evento festivalero. Y aquí se cierra un ciclo y se abre un interrogante: ¿Quién le va a poner el cascabel al gato? ¿Quién se ocupará de mantener viva la tradición en el Anfiteatro y en la ciudad? ¿Será nomás Tinelli, como dicen algunos? ¿Será Rony Vargas, como dicen otros? ¿Será la Municipalidad? ¿Oh, qué será, qué será...? Lo que sí, parece ser que cada vez más la fiesta tira para el lado de Viña del Mar. En uno de los quinchos (el VIP, viste gordo) vendían rabas, que serán muy ricas, pero de criollo no tienen mucho.
Pero el show debe continuar y sea quien sea el que se haga cargo de lo que viene, mejor nos dediquemos a cueriar en tiempo presente, que tal vez sean también los finales para este ave ladina y filosa como vidrio arriba de una tapia.
¿Dije que no faltó nadie en la primera noche? Mentí. Faltaron Los Soñadores, que estaban anunciados en la programación oficial y no tocaron. Esperemos que por lo menos hayan cobrado, aunque igual es fulero que te paguen para que no actués. Me hace acordar a un tipo muy fachero que yo conozco y que lo contrataron de un coro para que pusiera la pinta: “Usted abra la boca y mire a las damas, nada más”, le dijeron. Aunque, pensándolo bien, a él le fue mejor, porque por lo menos lo veían y en el conjunto hasta parecía que cantaba. Era como si hiciera play back, por lo menos.
Y faltaron, también, algunos personajes de Mario Devalis. Incluso, me pareció que Rony Vargas se lo quiso sacar de encima en medio de un sketch, de una manera bastante poco elegante. Y Devalis le hizo una gambeta y redondeó su actuación lo mejor que pudo. Es que había apuro porque tenía que actuar Peteco Carabajal y después cerrar. Para eso estaban Los Soñadores; para cerrar. Cerraron y apagaron la luz.
El año pasado, a la que dejaron afuera, por problemas de la organización, fue a la Manuela Mercaú. Parece que algún mandamás de Musicalísimo producciones tiene problemas con los artistas locales.
Al parecer, todo se originó porque a Jorge Rojas se le fue la mano con el tiempo de actuación y eso complicó el resto de la grilla. Así son las reglas del juego en el negocio del espectáculo, donde manda la taquilla.
Un párrafo aparte en la noche inaugural merece la presencia, el eterno retorno del número uno, del ícono más ícono, del potro más potro: ¡Hooooraaaaciooooo Guaaaaraaaanyyyyy!
Ochenta y cuatro años (y no quiero ni pensar en el kilometraje) y ahí lo tiene usted, siempre dispuesto a piropear a las damas y a levantar al público de sus butacas. Don Horacio es como un Rolling Stone, pero autóctono. Y se conoce al dedillo todos los yeites. Coqueteó con Valeria Lynch y con la Sole, con quien cantó a dúo, bromeó con Rony Vargas, bailó y cantó y le hizo un par de retobos a la parca y demostró por qué ocupa el lugar que ocupa en el parnaso criollo.
Y hasta se rió de sí mismo. “Vayan a Plumas Verdes, ahí tengo mi rancho. Bah, rancho... es un caserón muy bacán, pero nosotros los gauchos tenemos que decirle ‘el rancho’”.
Y otra. “Le dije a Jorge Rojas, vos sos muy bueno, pero te equivocás, porque no cantás temas míos. En cambio el Chaqueño...”
Después homenajeó al Tito Suárez, diciendo que “cometió el peor error de su vida, muriéndose hace poco” y tuvo palabras muy elogiosas para con Eduardo Accastello: “Ustedes tienen un intendente muy inteligente. Me mandó de regalo una botella de vino”.
Una masa don Horacio, que mandó a la conferencia de prensa a un doble de riesgo, porque aseguró que está cansado y que ya no tiene ganas de decir cosas por compromiso.
Y ya que hablamos de conferencia de prensa, llamó la atención en cercanía de la carpa de los periodistas la presencia de Nora Bedano, que andaba revoloteando y buscando a algún cronista que le preguntara algo, aunque más no fuera la hora. Y como nadie le preguntaba nada, empezó ella a indagar a los trabajadores de prensa sobre Jorge Rojas. Al parecer, el ex Nochero tiene en la diputada una ferviente admiradora.
Y marcándola de cerca, aunque haciéndose el distraído, también anduvo por ahí el intendente Accastello, que me parece que estaba más interesado en Valeria Lynch que en Jorge Rojas; digo, de pronto, me parece. O a lo mejor estaba interesado en anunciar que iba a cantar por Cadena 3. ¡No es joda! Y como el intendente no miente, cantó nomás: Zamba para Villa María. Y bueno, para algo uno es intendente ¿no? para darse ciertos gustos. Lo único que no entendí fue esa parte en la que dijo, “cuando el verano está en flor/ y la costanera remodelada/ en la próxima elección/ vote por mí y no diga nada...” porque ¿no era así la letra, no?
La que está un poco cambiada es la Sole. La encontré como más pechugoncita, más señora, como con un aire a Lucía Galán. Y de hecho, cantó varios temas en los que peleaba, pero la única diferencia es que ella peleaba sola, porque no tiene hermano varón para hacer dúo. Pero así y todo le dedicó un tramo entero de su show a un tema que ella misma llamó “social”: los cuernos. Si usted lo dice, Sole... Que son un flagelo, póngale, pero social (a menos que considere al matrimonio como una sociedad).
Y en un arrebato de profunda sabiduría, la señora de Arequito vaticinó, cual sibila vernácula: “Nadie muere mocho”. La verdad fue que por un momento no supe bien si era Mario Devalis imitando a Soledad o Soledad imitando a Mario, pero era gracioso igual.
Bueno, vamos terminando. Para decirles la verdad, yo creo que a la larga, el Patrón no va a dejar el Anfi y el Festival. Y en eso quizá sea en lo único que coincido con Bedano, que no se cansó de decir que le parece una pena que el Patrón no siga y que ya iba a hablar con el intendente sobre el asunto. Lo que me puso a pensar: cuando Bedano habla con Accastello, como le dirá ¿intendente? ¿viejo? ¿gordi? Habrá un trato oficial y un trato doméstico. Imagino una charla durante el almuerzo. “Viejo, alcanzame la ensalada... gracias... y dígame intendente, cómo le fue hoy en la reunión con los remiseros, pero bueno, dejemos esto que no tiene nada que ver con el Festival. Como les decía: si volvió Guarany... ¿cómo se va a ir el Patrón? A menos que estén a punto de saltar los tapones y tenga miedo de quedar pegado. Porque, ustedes vieron cómo es la electricidad. Y la estática, pior.
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