Finalmente, la Justicia Penal intervino en el caso de la guardería “La vaquita soñadora”.
El proceso judicial se abrió formalmente ayer, cuando tres padres de pequeños que asistían al establecimiento ubicado en la primera cuadra de bulevar Alvear acudieron a la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno. Allí se les receptaron, durante la mañana, testimonios. El hecho fue confirmado a EL DIARIO en la propia dependencia judicial.
Para hoy está previsto que pasen dos padres más. Todos darán cuenta de alguna situación irregular que tuvieron que vivir sus niños y niñas en la conocida institución.
Quizás por tratarse de un caso sensible y que involucra a menores de edad, dominó el hermetismo. Sí se sabe que el eje de las presentaciones fueron penitencias que consideraron inadecuadas para los chicos o maltrato verbal. No se refirieron golpes físicos ni abusos.
Ahora, la fiscal Silvia Maldonado deberá recopilar pruebas y avanzar en determinar si los hechos que eventualmente sucedieron se encuadran, o no, en un delito.
Ayer se vio caminando por los pasillos del Palacio de Justicia al abogado Rodrigo Hayas, quien asesora legalmente a las propietarias de la guardería, Nerina Róbalo y Rosa Antonelli. Trascendió que el letrado estaría preparando una presentación espontánea de sus clientas en los Tribunales, cuando todavía no media ninguna imputación. Así, se pondrían a disposición de la Justicia.
Como se conoce, luego de que docentes dejaran de trabajar y denunciaran que su empleo no estaba registrado, expusieron ante padres anomalías en el trato a los hijos. Esto desencadenó declaraciones cruzadas en los medios de comunicación y ya ayer el tema comenzó a estar en manos de la Justicia, la que deberá determinar si hubo maltrato de menores en la histórica guardería.