“El bullying (acoso escolar) sólo se ve cuando sus consecuencias son graves. Mientras tanto, si a un chico lo acosan en la escuela, lo más probable es que los padres y docentes le digan que a ellos de chicos les pasaba lo mismo. Y esto es un error, porque es fallar en la prevención” comenta la licenciada Julia Inés Henshaw, quien esta tarde ofrecerá una charla abierta sobre su especialidad en el Campus: el acoso entre pares en la escuela.

-¿Qué pasa cuando los padres toman conciencia de la peligrosidad del acoso?

-Que muchos llegan a mi consultorio desesperados, sin saber qué hacer ni cómo actuar ante el bullying. El hecho sigue estando tan naturalizado que no puede ser visto hasta que no se desata. Por esta razón es que hemos decidido trazar un plan de acción, cuyo primer paso es muy simple: manejar un lenguaje común donde sepamos de qué hablamos cuando hablamos de bullying. Por eso esta primera charla en el Campus.

-¿Cómo nace tu interés por este fenómeno?  

-Empezó cuando vivía en Chile, en el año 2006. Allí el índice de suicidios de adolescentes “por bullying” era tan aterrador, que empecé a capacitarme. Luego di charlas en diferentes países, como Argentina, Chile y Paraguay. Las dirigí no sólo a los alumnos, sino a docentes, no docentes, padres y hasta a los choferes de los buses escolares. Para que estas charlas tengan sentido, debe haber un compromiso de los adultos en aceptar que el problema existe y que quieran hacer algo al respecto. 

-¿A qué creés que se debe el "boom" actual del bullying? 

-La escuela es una caja de resonancia de lo que pasa en la sociedad y hoy vivimos en una época en donde todo vale, donde la consigna es gozar haciendo lo que quieras. No hay que prohibir nada, ya que los límites parecen discriminatorios. Es la posmodernidad consumista en que nos toca vivir. Y en una sociedad del “todo vale” no sólo crece el bullying, sino también la violencia, la delincuencia, la enfermedad mental, la desesperanza, la tristeza. 

 

Los padres y la escuela

 

-¿Qué rol juegan los padres en este nuevo fenómeno?

-Un rol importantísimo. Los niños se desarrollan cada vez más tempranamente y pretenden satisfacción inmediata a cualquier costo. Y como la familia está enferma de lo mismo, los padres estimulan ese consumo. Y así los chicos se quedan “huérfanos”; ya que los padres para “darles todo” a sus hijos se ponen en el lugar de “amigos”. Como no pueden poner límites, tampoco pueden ser padres. Y en este sentido, el bullying es un efecto más de la orfandad posmoderna. 

-¿Y las escuelas?

-Creo que los roles del profesor y el alumno están cambiando. Ya no tenemos adultos con un saber por impartir desde un escritorio, sino que hay otras formas de enseñar y de aprender. Estamos asistiendo a una verdadera revolución. Y en este sentido, la escuela debe asumir su rol protagónico como parte de su función socializadora. 

-¿La escuela no puede resolver por sí sola los problemas de violencia? 

-La escuela necesita de la intervención de otras instituciones. Por eso es fundamental la articulación, como en este caso lo ha hecho la UNVM con el Rotaract, formando equipos interdisciplinarios. 

-¿Cuál es un principio de solución para erradicar la violencia escolar?

-El acompañamiento. Nunca dejaríamos a un niño aprender a manejar solo y sin supervisión. Lo mismo debemos hacer con respecto a las nuevas tecnologías, a los problemas escolares, a sus inseguridades. Debemos impedir que los chicos se queden solos e intervenir rápido ante cualquier problema amenazante. Tenemos que recordar que detrás de cada chico feliz, hay siempre adultos comprometidos.

 

Iván Wielikosielek